1. La colegiala


    Fecha: 28/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Fatiga2021, Fuente: SexoSinTabues30

    ... estaba llegando a un límite totalmente desconocido para ella. Miraba al hombre soportando sus orgasmos que llegaban uno tras otro y le pedía que parara que ya no podía más, claro todo solo gesticulando para que nadie se diera cuenta de lo que hacían.
    
    La muchacha llegó a su destino y tomo la mano del hombre retirándola de debajo de su falda y diciéndole – Debo bajar aquí. Él la dejo bajar, pero no se iba a quedar con esa excitación sin saciar, así que pensó, “al diablo el trabajo” y bajo tras de ella.
    
    La siguió un par de calles hasta que pasaron por una arboleda que estaba en un terreno baldío detrás de su colegio. Apuro el paso y la alcanzó tomándola del brazo.
    
    La muchacha se voltea y ve aquel hombre que la toma por el brazo.
    
    Acto seguido la llevo a un pequeño callejón donde el colegio dejaba sus contenedores de basura. La coloco de cara contra una pared, se arrodillo detrás de ella y bajo sus panties hasta los tobillos para quitárselas indicándole que levantara los pies. Le hizo separar las piernas y por fin pudo ver aquel coño perfecto, color rosa y delicado.
    
    Metió su cara allí comenzando a meter lengua en su culo y en su vagina, mordisqueando su clítoris con vehemencia, estaba en la gloría, aquella vagina sabía a deliciosa y su culo se sentía suave y tibio.
    
    Ella arañaba la pared y comenzó a gemir cada vez más fuerte, presa del placer recibido.
    
    Y diciendo esto señalo hacia una esquina del callejón, sentado contra el rincón había un vagabundo todo sucio y con la barba muy crecida que los miraba al tiempo que tenía su gran polla en la mano, masturbándose lento y pausado disfrutando del espectáculo.
    
    Ella se asustó y quiso suspender lo que hacían, presa de la vergüenza, pero él hombre no la dejo mover diciéndole.
    
    La llevo hasta donde estaba el vagabundo y la hizo ponerse en cuatro dejando las piernas estiradas de este bajo de ella y con aquella polla mal oliente frente a su cara.
    
    La chica abrió su boca y envolvió con sus labios aquel glande que apenas le entraba en su boca, una oleada de sabor agrío la invadió al tiempo que escucho un sonido gutural de placer proveniente del vagabundo.
    
    Intento retirarse pero una mano más grande que su cabeza la sostuvo allí y luego comenzó a pujar hacia abajo obligándola a engullir cada vez más aquel pollón duro y enorme.
    
    El vagabundo comenzó a mover la cadera fallándole la garganta a la casi sofocada muchacha, que pugnaba por soportar las náuseas y poder respirar.
    
    El hombre que la había llevado allí también abrió sus pantalones y dejo ver su polla que era también grande y gruesa, aunque un poco menos que la del vagabundo.
    
    Se arrodillo detrás de la muchacha y abrió el cierre lateral de su pollera que aún traía puesta y la deslizo hasta sacarla por sus pies. Ella quedo desnuda de la parte de abajo, mostrando así en cuatro como estaba su ano color rosa, que enloquecería a cualquiera.
    
    La incorporo un poco y la hizo moverse hacia adelante hasta que su cara quedo frente a ...