Las vueltas de la vida III - Relatos Eróticos

Las vueltas de la vida III

... y déjame sola.

Em: ¿Estás segura?

Ro: Sí - con un rostro frío

Em: Okey, no insistiré. Cuidate - me levanto y camino a la puerta principal, hasta que siento sus brazos rodeando mi cuerpo, besa mi cuello y dice: quédate, no me dejes sola - me gira - y me besa.

Em: no me hagas esto, sabes que no nos hace bien - dije con pocas ganas - deberías ponerte algo más cómodo, no quiero que enfermes. - ella abre el armario, saca una ramera y se dirige al baño, yo aprovecho de sacar una rosa blanca y la dejo en la almohada, a la espera de que se de cuenta.

Ro: Cómo hiciste para llegar acá? - comenta saliendo ya vestida.

Em: Cuando se quiere, se puede y aquí estoy, por tí - sonreí ante mi audacia.

Ro: Viste los combates?

Em: Todos, no me perdí ninguno.

Ro: y dónde estabas? No te vi.

Em: Acaso pensabas que no iba a venir? en Egipto prometí estar acá.

Ro: No es que no haya creído en tu promesa, solo que como no tuve señales y… - silencio - qué hace eso ahí? - comenta apuntando la almohada - tu lo has dejado?

Em: Qué cosa? una rosa blanca en el guardarropa antes de cada combate? no, no fui yo - dije sonriendo

Ro: Se lanza a mis brazos y me abraza - cómo lo hiciste?, en el fondo sabía que eras tú - me besa nuevamente pero se detiene y se aleja - Gracias por todo pero no deberías estar acá, Alondra no se merece esto.

Em: Ey, no tranquila - respondo tranquilizadora - quiero proponerte algo pero para eso quiero que estés tranquila y escuches hasta el final.

Ro: Okey, estucho.

Em: Me has repetido en varias ocasiones que no debería estar acá y que debería irme, por lo mismo, te propongo una noche que nunca existió, es decir, que yo no estoy acá, que nunca te envié rosas y que nunca nos hemos besado y claro, esta conversación tampoco va a existir.

Ro: ¿Quieres que mienta?

Em: No, no vas a mentir, solo a olvidar - dije segura- yo ni me acuerdo de lo que hemos hablado o hecho.

Ro: Y porque haríamos eso?

Em: Porque estoy aquí y ella no, porque logré inmiscuirme en tu habitación y porque si alguien sabe de esto, podríamos tener serios problemas.

Ro: La federación me podría sancionar por esto - indicando su copa y supongo que mi presencia.

Em: Te quiero, no lo olvides.

Ro: También te quiero y extrañaba - abrazándome - entonces una noche que no existió?

Em: Si tú quieres, sí - sonrió dando su aprobación.

La noche la pasamos entre conversaciones, risas, confesiones y haciéndonos mimos. Eran las 4am y el sueño llega a nuestros cuerpos, el espumante se había acabado y ya nuestras manos estaban unidas, a ratos nos besábamos, mientras se acurrucaba en mi cuello. Habíamos decidido tener un secreto y lo estábamos disfrutando.

Em: Romi, debo partir, son las 6 y debes dormir, a las 9 tienen reunión, tu coach se enojará si nota que te has desvelado.

Ro: No te preocupes, ya terminaron las competencias, no hay nada que recriminar, solo queda realizar el cierre del proceso y cerrar la experiencia.

Em: Aun ...