1. Laurita (Parte 1)


    Fecha: 15/11/2023, Categorías: Primera Vez Autor: Cristian 1980, Fuente: CuentoRelatos

    Laura era la típica amiga liberal que cambia de novio a cada rato. Somos amigos hace muchos años, aunque cuando jóvenes fuimos novios, pero todo quedó en el recuerdo ya que yo me casé con una amiga suya. No niego que muchas veces he querido repetir las veces que follamos, ya que fueron de los mejores polvos que tuve en mi vida. Ella era una geisha, preocupada en todo momento de mi placer, casi más que el de ella. Nunca volvimos a tener nada, como digo, casarme con su amiga fue central en eso. Pero hace un tiempo eso cambio, me separé y a los pocos meses me llamó. Nos juntamos en un café cerca de su trabajo. Yo llegué antes y cuando apareció en el café, note que seguía siendo igual de atractiva y sensual como siempre, con un pelo café claro ondulado y unas caderas anchas. Vamos, lo que se llama un hembra. Tomándola la cintura la saludé:
    
    -Veo que las noticias vuelan, supiste que me separé y ya me llamas para recordar viejos tiempos...
    
    Ella se rio de buena gana, pero paró de golpe.
    
    -Algo de verdad hay en lo que dices, me voy a aprovechar de tu separación, pero no para mí. Para mi hija, quiero que la inicies.
    
    Me quedé helado, en verdad, recontra helado. Me acordaba muy bien de "Laurita" y al sacar las cuentas rápidas, ¿debía estar por los 18-19 años?
    
    -¿Cuántos años tiene? -le pregunté.
    
    -Cumplió los 18 hace 3 meses, me señaló, y ¿sabes qué? La he criado muy pacata, protegiéndola de los hombres para que no se aprovecharan de su cuerpo, pero creo que ya es hora de que conozca el placer, y he pensado en ti. Fuiste uno de mis mejores amantes y en quien más confío.
    
    No podía creer lo que estaba escuchando, pero lo seguí haciendo.
    
    -La idea es esta - continuó-, no te lo estoy pidiendo, sé que me dirías que no, por eso en parte he pensado en ti, por lo correcto que eres, pero lo haremos igual. Mañana estaremos en tu casa a las 10 am. Tú ves si nos haces esperar mucho o poco.
    
    Me dio un beso en el borde de la boca y se marchó.
    
    Esa noche casi no pude dormir, la ansiedad me comía el cuerpo, más cuando la busque en Instagram y vi el manjar que era Laurita. No podía creer que la iba a estrenar, y más aún, en total complicidad de su madre, en una especie de rito de placer. A la mañana siguiente me desperté temprano, tome un desayuno de frutas, cereales y leche, mucha leche. A las 10 en punto sonó el timbre. Me estremecí. Fui a abrir y ahí estaban. Ambas, madre e hija. Ambas crespas y ambas unos manjares, pero claro, la juventud de la hija la hacía incomparable. Laura me saludó y nos presentó: Laurita, él es Marco, mi amigo, de quien te hablé.
    
    -Hola tío -me dijo muy tímida y colocándose un poco colorada.
    
    Les dije que se sentaran y les ofrecí algo. Laura me dijo que quería ir enseguida a ver mi pieza, les dije que sí, que me acompañaran y las guíe. Ella me dijo me sentara en el borde de la cama y me recostara. Yo andaba aún con el short de piyama y ya tenía una pequeña erección.
    
    -Mira hija, lo ves, ya está un poco duro -le dijo- ...
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