1. Mi rival toma ejemplos


    Fecha: 29/09/2023, Categorías: Lesbianas Autor: SUSAN, Fuente: TodoRelatos

    ... Sara, su hermana, ahí no me llama, lo regañan.”
    
    β€œ¿Quieres ir a un lugarcito bonito? Nos llevaría un par de horas, no creo que más.” Lo pensó, hizo cuentas y toda emocionada me dijo que β€œ¡sí!”
    
    Llegamos, y como siempre, también a ella le impresionó. β€œ¡Esto está más padre que ni mi casa!” dijo.
    
    β€œ¿Qué desean les traiga?” preguntó la camarista.
    
    β€œUn par de Margaritas, unas galletitas saladas y la lista de juguetes.”
    
    β€œ¿Juguetes?” preguntó. β€œ¡Sí, para que entre nosotras juguemos!” le dije. β€œ¿Cómo son?” preguntó.
    
    La chica camarista sonrió y solo le dijo β€œ¡Ya verás, te encantarán!”
    
    Elvira, todo el trayecto me fue acariciando mis piernas. En un ALTO me zafó un zapato y me mordisqueó el pie, me lo apretaba com si fuera su muñeco. Me lamia las pantorrillas. Iba muy excitada, antes de bajarse me jaló el short y me besó mi pubis.
    
    En la Quinta entramos, y aún delante de la chica edecán, o camarista, como se le llame, que apenas estaba tomando el pedido, me soltó la blusa me subió el brasier y me besaba desde entre los pechos, mi cintura, mi ombligo y mi abdomen. La chica apenas salia, yo le hice una señal de que β€œtodo está bien y bajo control”, se fue con una sonrisa picaresca.
    
    Regresó con los Margaritas, me supieron bien sabrosos, pero si yo tenía planeado conducir hasta la Casita, me tuve que olvidar de esa posibilidad. Como siempre, le llevan a una doble ración, iban a ser dos Margaritas por persona.
    
    Elvira, emocionada se bebió el primer Margarita, la calmó un poco, pero resucitó con un brío increíble. Me chupaba todo, mi vagina era su juguete, la lamia y jaloneaba.
    
    β€œ¡Voltéate, dame tu panochita!” y empecé a darle una mamada como nunca antes la había recibido! De una mano le introduje un dedo en el ano y el otro en su vagina, con la que le tallé vigorosamente sus labios, su clítoris y su capuchóncito. Ella gritaba bien bonito, pedía más y decía cosas muy excitantes. Estábamos casi en una tijera, pero uno de sus muslos me apretaba mi cintura.
    
    β€œ¿Así te coje tu marido? ¿Sientes lo mismo con él?” le pregunté y me contestó, casi a gritos
    
    β€œ¡NO! ¡Él no sabe coger, casi nunca termino yo!” β€œ¡Dame más, bastante más, amiguita linda!” pedía.
    
    Nos acurrucamos, a ella le hicieron los dos Margaritas un efecto bastante fuerte, pero pedimos otra ronda. Quedábamos abrazadas, besándonos. Nos acariciábamos y nos decíamos cosas eróticas.
    
    β€œ¡Imagínate que tuviéramos a un chico bien dotado, a la mano!” dijo.
    
    β€œ¡Te lo acaparías y me dejarías a mí solo viendo!” Le dije.
    
    β€œ¡No mi vidita, tendrás que estar también cogiendo con los dos!” dijo.
    
    β€œ¿Haciendo un trío?” pregunté.
    
    β€œ¡SI, con mi macho de cabecera!” contestó
    
    β€œ¿Te refieres a tu marido?”
    
    β€œ¡Sí, pero primero le tienes que enseñar cómo se coge, ¡cómo hacer que una se venga, que te de uno, dos, o más orgasmos!” contestó.
    
    β€œ¿Cómo quieres que suceda? si ¡ustedes no quieren hacer tríos, ni tú, ni él!”
    
    β€œ¡Yo si quiero, con dos, o con tres hombres a la vez! ¡Yo sí me dejaría, él ...