1. Luis, a la mañana siguiente (2)


    Fecha: 22/08/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Ange, Fuente: CuentoRelatos

    ... y los jalaba, eso me generó más placer. Logré acomodarme con una sola mano y con la otra me empecé a acariciar el clítoris, Luis se dio cuenta y me dijo al oído "si así, córrete toda en mi pito", eso le pareció una orden a mi cuerpo porque en cuestión de segundos estaba teniendo un orgasmo y sentí como me escurría.
    
    Luis no sacó su pene, pero se dejó de mover, "sígueme dando" le grité, él continuó dándome rápido y duro. El orgasmo me duró bastante tiempo no podía dejar de gemir, me hormigueaba todo el cuerpo, Luis aún no se venía, su pene seguía duro y delicioso.
    
    Cambiamos de posición, está vez yo estaba arriba dándole la espalda, literalmente lo estaba montando, nuestros cuerpos se coordinaron y mientras yo rebotaba en él, él me jalaba el cabello, me nalgueaba y me arañaba la espalda, de pronto lo sentí, había hecho a mi hombre acabar una vez más sentí como me llenaba de su leche, no me levanté de su pene hasta que él me lo indicó.
    
    Me levanté de la cama y me puse la bata.
    
    -¿Dónde está mi ropa?
    
    -No te la voy a dar hasta que terminemos.
    
    Se levantó de la cama y se dirigió al baño, entró y dejó la puerta abierta, era obvio que quería que lo siguiera, espere un poco y entre al baño, él estaba de frente al espejo y lo abracé por la espalda. “¿Cómo te has sentido?” me pregunto con una voz muy amable, le di un beso en la espalda y contesté “genial, nunca había experimentado algo así”, pude ver a través del espejo como sonrió, se dio la vuelta y me besó, primero suavemente, después rápido y agresivamente, me recargó contra el lavabo de cerámica, lo sentí frio en mis nalgas y mis pezones se entumecieron.
    
    Luis pasó sus manos por debajo de mis nalgas a modo que abrió mis piernas y al mismo tiempo me levantó para sentarme en el lavabo, quede a la altura de su cintura y abrí más las piernas, quería dejar en claro que necesitaba que me volviera a coger, se acercó a mí y metió su pene en mí, esta vez hizo movimientos lentos adelante y atrás, yo recargue mis manos en el lavabo y empuje mi espalda hacia enfrente, así cada vez que él se acercaba a mí rozaba mis senos con su pecho, se detuvo sin sacar su pene, posó sus nanos en mis nalgas y me cargó hasta la regadera, sin soltarme me recargo contra la pared y me cogió más rápido, me sujeté de su cuello para ayudarle con el equilibrio, me tuvo rebotando en su pene por varios minutos, el agua caliente nos caía lentamente, yo no podía dejar de gemir, nos detuvimos y dejó de cargarme, acto seguido me dio vuelta, se aprenso de mis senos y me pegó a su cuerpo, podía oír su respiración entrecortada y su corazón palpitando a toda velocidad, paso su mano a la parte alta de mi espalda y me reclino hacia enfrente, me tomo de la cadera con una mano y con la otra me empezó a masturbar, cuando estaba completamente mojada me metió en seco su pene y lo saco y lo metió con fuerza y así siguió hasta que termino, me tenía totalmente sometida y por alguna razón eso me encantaba.
    
    Salimos de la ducha y sacó mi ...