1. Dora la mamadora (Tercera parte)


    Fecha: 21/08/2019, Categorías: Incesto Autor: siremis, Fuente: CuentoRelatos

    ... que inicia el movimiento de penetración, ella misma es la que se encula y gime excitantemente. Cualquiera que la escuchara gemir y reír se correría con tan solo eso, pues es muy morbosa la forma en que gime, ríe y grita, parece actriz de porno.
    
    Lina, aún con su falda del uniforme del colegio puesta y subida por la espalda, está siendo enculada por su propio padre. Es muy rico ver cómo Lucas perfora el culazo de la colegiala de su hija, esa falda la hace ver aún mejor. Lucas está super excitado enculando a su hija y la cambia de posición. Ahora la chica está sobre su papi clavándose ella misma la verga por el culo, da unos buenos saltos sobre él y su miembro. Ella está de frente sobre su macho, y él acostado alzando sus manos para tocarle las tetas. Las nalgas se le ven muy ricas a Lina, sobre todo por su pequeña falda la cual parece más una vulgar minifalda que una decente prenda escolar. La faldita salta con cada vaivén que ejecuta la chica, dejando ver esas nalgotas provocativamente.
    
    Lina se ha arremangado una buena parte de su falda sobre su cintura, y le ofrece esa excitante visión a Milcíades el cual mientras observa esas extraordinarias nalgas moverse y saltar y ser agarradas por las manotas de su lunático padre horada con ímpetu el ojete de la pelinegra Deysi. Milcíades pone a Deysi en esa misma posición en la cual Lucas tiene a su hija y la sigue enculando. Se ven magníficamente las dos parejas ejecutar los mismos movimientos al tiempo. Una pareja al lado de la otra, las dos mujeres se agarran las tetas entre ellas y se besan. Las manos de Milcíades tocan las tetas de la chica de Lucas, es decir de Lina, y las manos de Lucas después tocan las tetas de Deysi, o sea la pareja de Milcíades. Los gemidos, gritos, risas y malas palabras de los cuatro protagonistas de estas escenas son bastante ruidosos, las nalgadas que los hombres le dan a sus hembras se oyen también a kilómetros, y no se han dado cuenta que la madre de Deysi ha entrado a la casa y está escuchando todos esos sonidos. La señora Ana, apresuradamente, sube las escaleras.
    
    Las chicas saltan sin cansarse sobre el miembro de su respectivo macho. Es increíble ver que no se les acaba las energías, pero es entendible que por ser jóvenes y por estar en plena edad de efervescencia sexual están totalmente estimuladas y vitales como para tener muchas más horas de fuerte sexo en todas sus facetas sin desfallecer. Están contentas siendo penetradas analmente, completamente juagadas en sudor y en fluidos de toda clase. Juntas muchachas se corren casi al tiempo y sueltan jugos de sus vaginas en forma de chorros a presión que incluso caen sobre el pecho de los señores. Las chicas gritan terriblemente y se abre la puerta, doña Ana apenas ve ese espectáculo cae al suelo desmayada, el impacto fue mortal para ella.
    
    Continúa (Cuarta parte). 
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