1. Cogiendo con el nuevo marido de mi tía


    Fecha: 20/08/2019, Categorías: Incesto Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... agua, y luego él a pedir que saquen su moto de agua.
    
    - Te tiene loca. Dijo mi tía sin mirarme.
    
    - Muy… dijo no, estaba pensando…
    
    - Marina, es un hijo de puta. Me conto todo, tranquila.
    
    - ¿Te contó? Pregunté yo.
    
    - Tenemos un pacto: Cuando se nos cruza alguien y lo queremos voltear, lo hablamos. Y luego vemos que hacemos. Por eso me lo dijo.
    
    - Wow, no me esperaba eso… Y vos ¿Ya le planteaste algo así?
    
    - Sí, también anoche. Dijo ella.
    
    - ¿Qué te dijo?
    
    - Se rio mucho el desgraciado, y me dijo que no tiene problemas. Ojo que tu madre se muere si se entera, viste como es ella.
    
    - Ni me lo digas. Dije y mi tío se acercaba cuando le iba a preguntar que le había dicho de mí, y que opinaba ella.
    
    - Marina, ¿Sabes andar en moto de agua?
    
    - Ni, una sola vez y en una laguna.
    
    - Vamos, te llevo a dar una vuelta. Me dijo y tomándome de la mano, me llevo a muelle. Me hizo colocar un chaleco salvavidas, subió y yo atrás, tomada de su cintura.
    
    Salimos a mar abierto e íbamos a todo lo que da saltando sobre las olas. Yo a los gritos, rebotando con mi culo en el asiento. Se detuvo y pude respirar. Busque la costa y apenas se veía.
    
    - Ahora te toca a vos, pasa adelante.
    
    El haciendo equilibrio me hizo pasar a delante, me coloco la correa de seguridad y me dijo.
    
    - Marina, no vayas sentada porque te destroza, andá apoyada en tus piernas, usándolas de resorte. Y por nada sueltes el manillar.
    
    Le hice caso y fui acelerando. Él me tomaba de la cintura, marcándome como subir y bajar. Durante varios minutos fui tomándole la mano, no era difícil. De pronto sentí que corría mi tanga y dos dedos entraban en mi concha.
    
    - Acordate, las piernas son tu suspensión. Ahora, acelera pendeja.
    
    Como una boluda caliente, acelere y por el movimiento de mi cuerpo me enterraba y sacaba los dedos yo sola. Manejaba una moto de agua y me pajeaba al mismo tiempo. Así estuve hasta que tuve un orgasmo, montando una moto de agua en el medio del mar.
    
    - Bien Marina, muy bien. Dijo sonriendo cuando me hizo detener.
    
    - Sos un hijo de puta. Me hiciste pajear con tus dedos.
    
    - Ahora, la segunda parte. Prueba de fuego para tus piernas. Dale, arranca.
    
    Arranque y ahora uno de sus dedos estaba justo en mi orto, si bajaba me lo enterraba. No quería darle el gusto de acelerar. El desgraciado se pegó a mí, me desprendió un poco el chaleco y me apretaba las tetas mientras me besaba el cuello.
    
    - Acelera y goza pendeja calentona. Me dijo y me mordió el cuello.
    
    Aceleré y apenas un centímetro de su dedo entro en mi culo. Seguí acelerando mis piernas empezaron a sentir el cansancio. En resumidas cuentas, su dedo termino totalmente dentro de mi orto. Y yo feliz de la vida.
    
    No daba más. Paré y le pedí que siga él manejando la moto.
    
    - Bueno, pero hagamos una cosa, cuidado, date vuelta, pone las piernas sobre las mías y vamos charlando cara a cara.
    
    - Hijo de puta, se tu intención. Dije.
    
    - Me di vuelta, y él se acercó al manillar sentándose en ...