Mi primera relación ciber III - Relatos Eróticos

Mi primera relación ciber III

Marta leyó el correo pero no respondió hasta por la mañana:

Buenos días señor

Lo de ayer fue fantástico, el dejarme llevar sin ningún tipo de preocupación, llegar al éxtasis de la mezcla de placer y dolor fueron sensaciones nuevas en mi cuerpo.

Me parece perfecto que me ponga tareas para controlar mi mente y no dejar que piense en nada mas, por otro lado he decidido que voy a tener el mínimo sexo posible con mi marido, ya no teníamos mucho pero ahora será menor, quiero que mis orgasmos sean suyos.

Evitare ese tipo de bragas aunque quizá algún día me apetezca estar castigada….

Con ganas de volver a ser suya Marta.

Esa tarde había pensado algo, todos los videos y fotos que había visto tenía pensado llevarlos a cabo así que como mi imaginación no paraba tenía claro que iríamos de menos a más.

En otro correos anteriores le había preguntado a Marta por sus juguetes sexuales, no eran muchos pero cierto es que podían dar mucho juego, tenía un dildo morado, unas bolas chinas y una pequeña bala vibradora del tamaño del dedo meñique.

Como no había dejado instrucciones cuando Marta se conectó lo hizo vestida, llevaba la ropa de venir del trabajo, unos vaqueros ceñidos y un jersey con cuello estábamos en noviembre y en la calle hacia fresquito, me gustaba saber cómo vestía ya que tenía planes para su vida cotidiana que aún no se imaginaba, le pedí que se desnudara y quedara en ropa interior, llevaba un sujetador normal negro a juego con un tanga del mismo color liso, por lo menos habíamos eliminado los animalitos, debo deciros que soy un apasionado de la lencería de encaje.

Cuando se desnudó delante de la webcam se giró dándome la espalda, ahí comprendí el porqué de la palabra de seguridad, tenía dos alas de ángel tatuadas ocupando toda la espalda, eran guapísimas.

-Vamos a ver si te acordaste mucho de mi perrita quítate el tanga y enséñamelo, ella se puso colorada como un tomate, al darle la vuelta al tanga estaba empapado, vaya pues mi perrita si se acordó de mi esta mañana, vamos a hacer algo diferente hoy, trae tus juguetes y un poco de celo.

Marta salió por la puerta andando y le pegue un grito, ella se dio la vuelta enseguida, las perritas ni van a dos patas ni llevan sostén. Aun mas ruborizada si cabe salió del comedor caminando a cuatro patas mientras sus pechos se movían a cada paso y de su raja se dejaba ver un hilillo de flujo caer resbalando sobre sus muslos, volvía de la misma guisa y por el tiempo que tardo no debió ponerse de pie ni al dejar de verla.

Muy bien perrita, ahora con el celo separa tus labios vaginales y pega la bala contra tu clítoris y la enchufas tienes para correrte el mismo tiempo que yo, y no puedes parar la bala hasta que yo termine así que si acabas muy pronto quizá te moleste perrita, por ultimo recuerda pedir permiso si no tendrás castigo, tus orgasmos me pertenecen.

Se quedó de pie frente al pc mirando cómo me pajeaba y de repente empiezo a escuchar como ladraba, yo me burlaba no te ...