1. Con la mujer de mis sueños


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: Awilas, Fuente: CuentoRelatos

    ... nos sentamos en un pequeño colchón en el pasto. Pude ver sus rosados pezones cuando se quito por completo el bikini, su rosada vagina palpitaba, seguíamos besándonos y acariciándonos. Lentamente comencé a bajar por todo su cuerpo, mordiendo sus pechos, sus pezones, su estómago y saboreando su suave piel, su aroma era un perfume que invitaba a la lujuria, llegué a su vulva, la vi, mojada, rosada y esperando ser follada por un semental, que es lo que ella merecía, por alguna extraña decisión, el destino se apiadó de mi y me permitió ese placer. Acerque mi boca y comencé a comer esa deliciosa vagina. Ella tomaba con una mano sus pechos, pellizcaba sus pezones y con la otra tomaba mi cabeza y apretaba mi cabello, sus jugos fluían y acaban siendo tomados por mí, que delicia, el acordarme ahora de su sabor hace que mi pene se ponga duro como roca. Me perdí en ese mar de placer y volví a la realidad cuando escuche su voz agitada decir "dame verga, metemela, metemela", me posicioné, tome una de sus piernas y la recargue en mi hombro, la otra la abrí un poco y puse mi enrojecido pene en la entrada de su vagina, empujé lentamente, quería ver toda expresión de su cara al sentir mi pene entrando en su vagina. Su cara de dolor y placer, sus gemidos, mordía sus labios, con su mano en mi estómago me marcaba el ritmo, no quería que la introdujera de golpe, comencé a mover mi cintura, con lentitud metía y sacaba mi pene, ella levantaba su cabeza y veía como desaparecía el cilindro de carne dentro de ella. Sus fluidos mancharon de blanco mi pene, el placer era increíble, su vagina parecía masajear cada centímetro de mi pene, no tardé mucho y saque mi pene y descargue mi orgasmo en su estómago, algunos chorros alcanzaron su barbilla y sus pechos, en medio del orgasmo la volví a introducir, ahora llevaba un ritmo frenético, el placer que sentía al estar aún sensible por el orgasmo que acababa de tener y su húmeda vagina me volvían loco. Tense todo músculo de mi ser y en segundos me estaba corriendo nuevamente, esta vez dentro de ella.
    
    Ella sintió cada bombeada de mi semen dentro de ella, me tomo y me beso. Yo gemía de placer y la apretaba con fuerza contra mi. "No te salgas papi, no te salgas, dámela toda" me dijo mientras me besaba. Saque mi pene, algo flácido y rojo por la fricción y el orgasmo. Comencé a pasar mi glande por su clítoris, ella daba pequeños saltos de placer y con mi pene yo esparcía mi leche que fluía de dentro de ella. Sin estar totalmente erecto lo introduje nuevamente. Pude sentir en segundos a mi pene endurecerse al interior de ella, puse sus dos piernas en mis hombros y empuje como una bestia. Ella tapaba su boca con una de sus manos, puso su mano en mi pecho y con dificultad me dijo que parara, saco mi pene y se puso de pie, me tomó la mano y nos dirigimos a su cuarto. Cabe resaltar que la casa obviamente estaba sola, el único otro ser era Américo que estaba en un sueño pesado a causa del alcohol. Entramos besándonos, la voltee y la puse ...