Esclavo de ti mismo (C. 15) Quinta cacería (P. 2)
Fecha: 19/08/2019,
Categorías:
Control Mental,
Autor: AMOMARCUS, Fuente: CuentoRelatos
Esclavo encuerado.
Marcus entró al salón y observó a los cinco hombres arrodillados en el suelo. Alfonso se había vestido con una camisa azul claro, pantalón y chaleco negros que remarcaban lo magníficamente tonificado de su cuerpo. Sam usaba pantalones de cuero, botas y chaqueta de motociclista, bastante ceñidos que resaltaban su firme trasero y gran paquete. Sergio lucía un traje de color azul, camisa blanca de manga larga y una corbata verde perla, la cual lo hacían ver sumamente elegante y apetecible. Hércules se había colocado una túnica y leotardos color púrpura, a modo de antiguos ropajes griegos, que dejaban ver sus musculosas piernas y fuertes brazos. Mientras que Nicolás estaba vestido a manera de un jeque árabe, hecho que le daba un aire sumamente seductor.
-“¡Kaligari!”, “¡Sicodélico!”, “¡Músculos de hierro!”, “¡Rígido y desnudo!”, “¡Cuerpo de Cristal!”! ¡De pie!, ¿quién tiene poder sobre ustedes?-
Gritó Marcus a la vez que chasqueaba los dedos.
Los cinco hombres se levantaron y respondieron al unísono. -¡Sólo Marcus tiene poder sobre nosotros!, ¡Sólo Marcus nos puede ordenar!-
Marcus torció la boca de satisfacción y chasqueó nuevamente los dedos. –“¡Siclotroncho!”-
Al escuchar aquella palabra los rostros de los cinco hombres se llenaron de muecas de placer. Alfonso atravesó el salón, activó el equipo de audio y puso al máximo volumen música electrónica que retumbó con fuerza sobre las paredes de la mansión.
Sergio apagó las luces y encendió en su lugar unas lámparas de neón que crearon un ambiente de antro bastante realista, que a Marcus le encantaba.
Alfonso caminó hacia su Amo y lo sujetó sensualmente de la cintura. -Mi Amo… Toma asiento por favor… ¿deseas que te prepare un trago?-
-Si, esclavo. Sírveme una copa de burbon y enciéndeme uno de mis puros.!-
Indicó Marcus, mientras lo besaba apasionadamente.
Alfonso tomó una copa del servibar y vertió el copioso líquido. Sacó un puro de una pitillera de plata, lo prendió y lo puso con cuidado en los labios de Marcus. -Listo… mi Amo.-
-Bien, bien. ¡“Siclotroncho”, Todos, “Siclotroncho”, Ya!-
Ordenó Marcus con gran impaciencia.
Alfonso y Sergio caminaron hasta la mitad del salón y empezaron a bailar de forma sensual al ritmo de la música, mientras movían las caderas y se tocaban mutuamente los miembros con lujuria.
Sam se acercó a uno de los extremos del salón, donde se encontraba un tubo de hierro del cual se colgó, e igual que sus compañeros comenzó a bailar, aunque cada vez que se estiraba agitaba sus piernas y glúteos de forma provocadora.
Por su parte, Hércules y Nicolás iniciaron una especie de danza parecida a un tango, en la que cruzaban las piernas, se sujetaban de las caderas y se besaban de vez en vez de forma bastante lasciva.
-¡FULL MONTY!-
Gritaron los cinco hombres al unísono, mientras aumentaban el ritmo del baile.
Nicolás y Hércules interrumpieron su danza en pareja, pero siguieron con el tango y empezaron a bailar ...