1. De Bodas Con Mi Perro


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Maria Sofia Wolfgang, Fuente: TodoRelatos

    ... escalofríos hasta que alcancé el clímax de un orgasmo animal que me dejó aún excitada, y con Krum aún bombeando mis entrañas. Entonces me reacomode y comencé a mecerme al ritmo de Krum, adelante y atrás, comencé a apretar mi vagina en cada embestida que daba mi perro, los movimientos de mi can se volvieron cada vez más impetuosos, y pude sentir como se iba dilatando mi vagina de forma rápida; pero estaba tan caliente que apenas sentía dolor. Ese fue el momento en el que la bola de mi perro se introdujo dentro de mi y quedó abotonado a mi, al mismo tiempo en que comenzó a soltar altas cantidades de semen canino dentro de mi útero; ensuciando y lubricando así, mis paredes vaginales, que sirvieron para que la verga de mi perro se deslizara sin problemas por todo mi ser. Lo que me causó un desenfreno en mi cuerpo que me hizo temblar, gemir, resoplar, y torcer mis ojos, al momento que disfrutaba esa tensión que se liberaba de mi cuerpo y explotaba en mi vagina, la cual estaba rellena, y era recipiente del esperma de mi amante canino.
    
    Yo quedé desmayada a cuatro patas, y con mi velo de novia desalineado, me desperté gracias a Krum que tiraba para separarse de mí, yo me vi al espejo y noté mí culo pegado al de mi perro, pero en el siguiente tirón, nos separamos; mi cuerpo tembloroso cayó sobre la cama, y el semen de mi perro se esparció por mis piernas y la cama, y con un ojo entre abierto noté como mi perro se lamía el falo que tanto gozo me había regalado. Me dormí un par de horas y luego volví a regocijarme en la verga de mi perro una vez más. Después de eso me duché, mis piernas temblaban, y me costaba caminar. Me vestí como pude, metí a Krum al auto y salí del hotel rumbo a casa. Mi marido preguntó cómo estuvo Krum, a lo que yo solo levanté el pulgar, le dije que había dominado a una perra en celo, pero no sabía que la perra en celo era yo, y menos pensar que me había convertido en la verdadera hembra de nuestro propio perro.
    
    Maria Sofía Wolfgang
«12345»