1. De Bodas Con Mi Perro


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Maria Sofia Wolfgang, Fuente: TodoRelatos

    ... pelaje, dejé que me lamiera la cara, y saqué mi lengua para entrelazarla con la suya; Lo vi a los ojos y besé a mi perro mientras lo seguía abrazando. Entonces sentí como mi libido se activó y mis bragas comenzaron a mojarse. Krum no tardó en notarlo, puesto que se soltó y comenzó a olfatear mi entrepierna. sabía que debía guardar la cordura pero no podía soportar más esa situación; así que con gran fuerza de voluntad, me solté de Krum, le puse la comida en el plato, y salí del jardín con una sonrisa astuta en mi rostro. Regresé al interior de la casa, mi marido levantaba la mesa mientras los niños le ayudaban, yo subí y me duché lo mas rápido posible, mis bragas estaban húmedas y sucias, les di un olfateo y pasé mi lengua sobre ellas, y las arrojé al cesto de ropa sucia. Me coloqué una tanga y un sostén blanco, de encaje para evitar la transparencia de las prendas; me puse un vestido blanco de tirantes, tan corto que tapaba la mitad de mis muslos, unas zapatillas deportivos blancas, y un maquillaje sencillo. luego bajé al salón, mi marido me vio y preguntó si saldría, mientras buscaba la correa de Krum le comenté que iría donde mi amiga, porque tenía una perra que estaba en brama, y me había pedido prestado a Krum para que jugara con su perra. Aprovechando la situación de nuestra mascota, a mi marido le pareció buena idea, y no se negó en absoluto.
    
    Yo salí de nuevo al jardín, con la correa de Krum en la mano, y cuando me vió se sentó frente a mi esperando su correa en el arnés. Yo lo enganché, y salí con mi perro con mis latidos a tope, emocionada y nerviosa por la travesura que iba a ejecutar. Entonces mi hijo más pequeño se pegó a mi, y comenzó a llorar, instantáneamente comenzamos una discusión con mi marido, porque el estaba de acuerdo con que lo llevará; entonces expliqué que lo que haría Krum no era para que mi hijo pequeño lo viera, y no muy convencido mi marido quitó a mi hijo de nuestro camino. Subí a Krum a la camioneta, arranqué el vehículo, lo puse en marcha, y comencé a conducir sin rumbo alguno. Me alejé lo más que pude hasta llegar a un lugar donde nadie reconociera mi auto, busqué un hotel de carretera en mi teléfono y me dirigí al más cercano. Entré con algo de nervios, y presioné el botón para cerrar la habitación; hice el pago de la habitación por 6 horas, saqué a Krum de la camioneta y subí a nuestra recamara, esperé a que entrara, cerré con llave, le quite la correa y el arnés a mi mascota, cerré mis ojos y me sentí en libertad total.
    
    Krum comenzó a correr y saltar por toda la habitación, pero mi miedo llegó cuando comenzó a ladrar, yo corrí, lo abracé, y le pedí que hiciera silencio, pues si nos descubrían yo sería parte de un gran escándalo. Por suerte se detuvo y olfateo un diván, me imagino que tenía el olor de los fluidos de alguien más, lo que llamó su atención. Yo me dirigí a dónde estaba el jacuzzi, y encontré un velo de novia y un corbatín colgados sobre un perchero. Rápidamente tome el corbatín y se lo ...
«1234...»