Joanna – 15 Fuego en la piel - Relatos Eróticos

Joanna – 15 Fuego en la piel

... más del grupo, y no la van a dejar en el barco, pudiendo evitarlo, y tú?, la pregunta hace que el rostro de Meiga se quede serio, lo ha intentado, pero es la primer oficial y lleva poco tiempo en el cargo, dejar el barco una semana, y más sin avisar con tiempo, le acarrearía sin duda perder su cargo, y no puede permitírselo, tras tanto esfuerzo por conseguirlo.

Ahora es Alba quien se abraza a Meiga, mientras le dice que la asociación BDSM de Cádiz ha contactado con la de Buenos Aires, y nos han preparado una comida-fiesta muy especial, en la que no puede faltar ninguno del grupo, ella sonríe y dice que por nada del mundo se la perdería.

Tras el marcado de los esclavos y habiendo solucionado el tema de continuar juntos, poco a poco los vamos desatando, todos quieren ver sus marcas, sus iniciales grabadas a fuego y es Rosa quien con un espejo se las va mostrando, Cornuda está orgullosa, y abrazada a Berto, le besa y le agradece una y mil veces que la haya hecho suya. A 4 patas, es Rabo quien besa los pies de Rosa, que levantándolo por los hombros, se abraza a él y lo besa en los labios. Margot mira a Jacques, es la última que aun esta encadenada, él le sonríe, va a desatarla, ella con su mirada traviesa, picara, le dice que habrán de empezar a ahorrar, quiere otro crucero como este, Él la abraza con fuerza, a ella le encanta sentir su piel pegada a sus pechos, su verga buscando su entrepierna, y con un hilo de voz, junto a su oído, le dice – Follame aquí, ahora, delante de todos, encadenada y marcada. Jacques se aferra a su culo, ella grita cuando nota sus manos agarrándose a sus nalgas, no toca directamente la J, pero la presión, el movimiento de sus dedos, hace que se avive el dolor, entre lágrimas deja que la abrace con fuerza, con rabia, con un deseo intenso e irracional, Margot jadea cuando la verga penetra con fuera en su vagina, se empapa con los restos de mi corrida, ella mueve su cuello, le besa, le acaricia, lame cada rincón de su marido, de su dueño, mientas es penetrada, follada, usada y disfrutada como hembra y como esclava, entre los aplausos de todos ante la fogosidad y la valentía de esta hermosa mujer, que empezó tímida y asustada por los castigos, por el oleaje, por tantas pruebas desconocidas, y ha terminado venciendo a todos y cada uno de sus miedos.