1. Camila y Daniela 4 parte 2


    Fecha: 02/08/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Mario Fernandez, Fuente: SexoSinTabues30

    ... tenía oportunidad, sexual. Recordaba todo lo que habían hecho y se emocionaba. Pero su emoción no era completa, pues la tristeza y el resentimiento la invadía por dentro, al pensar que Camila se interesaba en su padre. La noche del sábado, mientras todos reían, bailaban y tomaban, Daniela lloró secretamente en el baño, al recordar a Camila y sentir que la perdía. Se fue el fin de semana y llegó el tan ansiado, para bien o para mal, lunes.
    
    Este lunes, era particularmente especial para Camila, pues tenía reunión con algunos miembros de la junta directiva, de la empresa que dirigía la obra de construcción. Al ser ella, supervisora ingeniera en jefe, debía estar presente y acorde para la ocasión. Por eso, ese día no vistió como regularmente lo hacía, sino que, cada una de sus prendas fue reemplazada por otras, acordes a la ocasión. En vez de su rustico overol, Camila llevaba una minifalda, de color negro y ceñida a cadera, permitiendo observar su curvatura femenina. No llevaba tampoco su chaqueta de jean, que cubre el overol, esta vez, llevaba una camisa de cuello formal y manga larga de abotonar, color blanco y por encima de esta un blazer. Como Camila tenía las tetas tan grandes, los botones quedaron al límite y por un lado parecía que fueran a salir volando, especialmente los que quedaron sobre sus senos y por el otro, al quedar tan atirantados, permitían entrever por dentro de la camisa de Camila, que llevaba un esqueleto negro, muy escotado por lo grande de sus tetas. El blazer, por supuesto no le cerraba, porque en primer lugar el diseño era abierto y por el otro sus tetas lo impedían. En esta ocasión, no llevaba sus duras botas dieléctricas, al contrario, llevaba un par de tacones altos de color negro y con el empeine destapado, mostrando así la feminidad y delicadeza de su empeine. Tenía unas medias veladas del color de su piel que rentaban perfectamente el atuendo elegante y femenino. Su rostro no iba sobrecargado, prefirió un maquillaje natural, con la única excepción de una labial con una tonalidad fuertemente roja. Su cabello, lo llevaba recogido, dejando caer un mechón sobre un costado del rostro, armonizando perfectamente su contorno facial. Verdaderamente se veía hermosa, atractiva, muy sensual y eso ella lo sabía. No era su propósito vestir así para llamar la atención, simplemente al vestirse así, llamaba la atención naturalmente. Nunca le disgustó la idea, pues como toda mujer, le gustaba ser halagada y recibir miradas de hombres que a ella también le parecían atractivos, pero esta vez, eso no le interesaba y tenía en vez de eso, un par de emociones encontradas. Por un lado, se sentía contenta al estar vestida así, pues sabía de antemano, que su niña lo disfrutaría enormemente, al verla tan bella y sensual, así no pudieran hacer nada y por qué no, probablemente, la morbosearía en su mente e imaginaría momentos sexuales entre las dos. Pero en la otra cara de la moneda, estaba Carlos, el insufrible Carlos, que seguramente, esta vez, ...
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