Tanga Nueva, Vida Nueva - 04 - Relatos Eróticos

Tanga Nueva, Vida Nueva - 04

... perfectas-

Comenzó a sacar cosas de las bolsas. No pude identificar todo por que lo hacía muy rápido, pero si vi unos zapatos de tacón, un estuche que me pareció ropa interior ya que había visto similares en mis andanzas por las lencerías, algo de tela que parecía un vestido, bijou... y varios estuches llamativos y misteriosos. Finalmente terminó con las bolsas y fueron a dar al piso junto al poncho.

Rococó -Todo eso lo ordeno despues. Primero decime amor: vas a seguir usando collar, muñequeras, tobilleras?-

Yo -Si. Quisiera si trajiste-

Rococó - Afirmativo. Y la jaulita... y el tapóncito?-

Yo -Jaula seguro. Tapón no se... Cuando me puso el de la depilación no me molestó, asi que si. quiero el tapón tambien.-

Rococó -Estaba segurísima. Traje todo. Entonces date vuelta y encorvate un poco. Primero va el tapón. Lo mas rico!-

Me lo mostró. Era igual al anterior, con la misma piedrita rosa. Todo lo que había salido de las bolsas tenía distintos tonos de rosa. Me mostró como lo untaba de lubricante y dijo que era como el anterior, que haría que contrajera mi trasero y no podría sacarlo sola. Unto lubricante en mi ano, luego introdujo sin problema el tapón, lo sujeto un rato hasta que mi orto lo tuvo aprisionando firmemente. Me pareció que el intruso crecía de tamaño, tal cual la primera vez.

Rococó -Sigue la jaulita mi putita! Permitime...-

La jaula me pareció un mas pequeña que la anterior, nuevamente probó distintos anillos hasta que encontró el tamaño adecuado, untó crema en todo mi sexo y colocó el anillo. Me mostró el capuchón para aprisionar el pene, este tenía un tubito.

Yo -Ese tubo entra en mi pene cierto?

Rococó -Obvio tontita! Es para que que tu pene no se escape del capuchón tan chiquito, no te preocupes, usaré lubricante, y despues de un rato te vas a olvidar que lo tenés. Yo uso uno mas chico aún y con un tubito mas grueso y largo. No molesta para nada.

Yo -En fin, ya me metieron un tubo para depilarme, metelo nomás. Te creo que no va a molestar.

Lo untó todo y lentamente comenzó a introducir el tubo, pero molestó bastante, era mas grueso que el anterior, pero finalmente terminó por entrar totalmente. Le costó un poco lograr acomodar mi pene, parte en el capuchón y parte dentro de mi propio cuerpo, luego cerró todo con una llavecita que colgó de su cuello.

Rococó -Ja ja! Sos mía! Ahora solo yo puedo liberarte!

Yo -Mentira. Se que hay llaves maestras y además vos misma me dijiste que podría romper los candados-

Rococó -Estos candados son de otro tipo. No se rompen y no hay otras llaves. Solo la que cuelga de mi cuello y una que tengo escondida por si pierdo esta. Y el cierre de la jaula tampoco se puede romper. Como te dije: soló yo puedo liberarte mi putita adorada!-

Eso me alarmó un poco, pero para no variar, también me gustó. Resultaba excitante saber que no podría liberarme sola. Ella sacó del estuche de lencería una tanga abierta en el medio y un bra, supe que tanga era abierto para ...