Tanga Nueva, Vida Nueva - 04 - Relatos Eróticos

Tanga Nueva, Vida Nueva - 04

... dejar fuera la jaula. Pero el bra para que lo querría, ademas me pareció de talla bastante grande. Comenzó a colocarme la tanga.

Yo -Para que es el bra? Tan grande y no lo necesito-

Ella rebusco entre las cosas y me mostró un estuche con dos senos de silicona de tamaño apreciable.

Rococó -Si lo vas a necesitar, no dejaré que mi chica andé por ahí tetas. Hasta que tengas las tuyas vas a usar de estas-

Totalmente resignada y bastante excitada dejé que me las colocara. Tenían adhesivo. Solo quitó el protector y las pegó en mi pecho. Cuando las movío pude sentir su peso y que se movían como reales. El color era casi igual que mi piel, no supe se como logró ese detalle, tampoco pregunté. Quería que terminara de vestirme de una vez. Yo tenía mucho hambre.

Me colocó el bra, me ajustaba un poco el pecho, aunque si ser molesto. Me miraba en el espejo y cada vez me parecía mas a una mujer real. Eso me resultaba fascinante.

Luego fue el turno del vestido, un solerito liviano y abierto en los hombros. Me pareció un poco cortón. Hizo que levantara los brazos y con cuidado lo fue bajando, ajustó un cierre en la espalda, y la parte superior quedó ajustada resaltando mis flamantes tetas, la parte inferior parecía demasiado suelta y me llegaba apenas bajo el trasero. Seguro con la menor brisa se levantaría.

Yo -No te parece un poquito atrevido este vestidito para mi primera vez? Me van a ver el tapón y la jaula en cuanto me mueva-

Rococó -Cual es el problema? Ya te vieron todo lo que hay para ver, además eso te encanta. O me lo vas a negar?-

Asentí y dejé que siguiera con su juego. Me hizo sentar, me colocó unos zoquetitos muy coquetos, transparentes y con voladitos y luego los tacones que tenían pulserita. Luego me colocó un par de aros colgantes enormes, sujetos con un broche de presión ya que mis orejas no estaban agujereadas, al verlos pensé que se caerían pero resultaron muy livianos y el broche bastante ajustado. Luego un collar un poco larguito, lo acomodó un par de veces, pero el collar insistía en meterse por la ranura libre que dejaban esas grandes tetas en el escote así que finalmente lo dejó en ese lugar. Finalmente me puso el collar de perra y su respectiva cadena. La nueva cadena tenía manija de cuero, rosa. Me colocó muñequeras, tobilleras y aseguró todo con sus candados especiales.

Me pidió que me ponga de pié y ahi se me complicó. Nunca había usado tacos y casi caigo al pararme. Ella me sostuvo.

Yo -Nunca usé tacos, ni siquiera bajitos, con estos tan altos me voy a romper un tobillo!-

Rococó -No seas cagona mi amor. Vas a caminar con cuidado y siempre te voy a sujetar de la mano y estaré atenta para ayudarte-

Yo -Me voy a matar y aunque no me caiga voy a arruinar todo lo bella que me pusieron cuando camine ridículamente-

Me miré al espejo y realmente me pareció que estaba hermosa. Sentí una enorme alegría, aunque seguía pensando que me mataría con esos tacos.

Rococó -Vamos putita! Un pasito, luego ...