1. Ley nude 3: mi primera vez


    Fecha: 15/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Dulcenenita, Fuente: TodoRelatos

    ... virginidad con un hombre. Porque, claro, eres gay — rio Isa.
    
    Mami continuó:
    
    Pero claro ¿quién era el indicado? No nos atrevíamos a alguien que no conociéramos. Y queríamos que tu primera vez fuese muy humillante. Y pensamos. Yo pensé: ¿quién mejor que papá? Si ya te da vergüenza coger con un desconocido imagínate a papi… toda niña tienes que aprender a hacer el amor. ¿Y quién mejor que papá? Eres la niña de sus ojos. Él te ama bebé.
    
    Yo temblaba. Mi virginidad la iba a tomar ¿papá? Si ya era vergonzoso lo de ahora…
    
    Y nosotras queremos disfrutar el espectáculo — dijo Isa sonriente.
    
    Sino follas con papá — advirtió mami — siempre te podemos castrar, dejándote los huevos y obligándote a ver porno toda tu vida. Verás que bien lo pasas.
    
    Aterrada por eso, decidí obedecer.
    
    Papi se acercó a mí y me acarició le mejilla. Al ver lo que había escrito en mi cosita, dijo:
    
    Siempre sospeché algo, pero nunca imaginé que fuera hasta este punto.
    
    Estaba totalmente roja de vergüenza. Papi añadió:
    
    ¿Sabes? Siempre quise tener un hijo viril, como yo. Pero, me alegro de que hayas salido así.
    
    No dije nada. Entonces, papi dijo:
    
    Levanta.
    
    Su tono era suave, pero no admitía réplica. Obedecí. No tenía ningún motivo para hacer lo contrario. Me tendió la mano y yo, sumisamente, se la agarré. Mi manita pequeña fue ocultada por su gran y masculina mano. Olí su perfume. Ahora entendía por qué usaban su perfume para los plátanos. Me estaban preparando para él. seguramente, a mami se le ocurrió justo poco después de verme como Sissy.
    
    Demos un paseo.
    
    Salimos de casa bajo las risitas de mamá e Isa y sus atentas miradas.
    
    Salimos al patio. Allí, de la mano de papi, fuimos dando un lento paseo. Él totalmente vestido, yo, absolutamente desnudita, con mi pitulín ondeando cada paso que dábamos. Dimos la vuelta entera a la casa. En el patio trasero (sino recuerdan, teníamos piscina y jardín) se podían ver las casas de los vecinos. Solo esperaba que no nos vieran a nosotros. Estaba nerviosa por ese motivo, pero papi parecía muy calmado. Me miraba y sonreía. Nos detuvimos en el jardín. Allí, el me cogió de las caderas y me pegó a él. Notaba mi colita pegada a su bulto, que no estaba duro en ese momento. Papi me levantó la barbilla, se me quedó mirando, acercó sus labios a los míos, me quitó el chupete y me dio un tierno beso. Nuestros labios se juntaron y, poco después, nuestras lenguas. Suave y pequeñita la mía, áspera y gruesa la suya. Juguetearon unos minutos. Sentí la mano derecha de papi agarrarme las nalgas y la izquierda el cabello; estrechándome más contra sí. Gemí. Papi entonces me agarró con su mano derecha mi pitito. Agarró con firmeza mis huevitos y mi colita y los empezó a masajear mientras seguía besándome. Fue entonces que me percaté.
    
    Aquel era mi primer beso. Y me lo estaba dando mi propio papi.
    
    Mis mejillas estaban rojas como tomates y temblaba de frío, aunque no hacía frío. Finalmente nos separamos y exhalé. Necesitaba ...
«1...345...8»