1. Sacie mi deseo de un hombre


    Fecha: 15/08/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... y mentalmente empecé a degustarla, me metí a mi hoyo un consolador que había llevado, como preparando el camino para ese pedazo de carne que deseaba. Cuando Arnulfo salió del baño, le di una cuchilla de afeitar, con la cual se rasuró el vello púbico, salió ya rasurado y desnudo, tomó su bóxer y se lo colocó, el cual le dejaba notar el bulto de su polla, como estaba haciendo calor, dijo que se quedaría así, y se colocó la camiseta, mientras tanto yo seguía tomando y luego le dije que yo también me iba a bañar, entré al baño, ahí por unos momentos me masturbé pensando en que hoy sería mi día y que Arnulfo me haría su mujer, seguí un rato con el consolador en mi culito, luego me bañé, salí envuelto en la toalla, mientras tanto mi amigo estaba sentado al borde de la cama tomando aguardiente, ya se le notaba mas prendido y desinhibido, me quité la toalla y quedé desnudo, intencionalmente me posé para que Arnulfo me viera las nalgas, al verme así, en forma jocosa me dijo, huy mami, que culote, no le presté atención para no precipitar las cosas, me puse mi cachetero, pantaloneta, me quedé sin camisa, ya Arnulfo se había pasado al sofá que quedaba alfrente de la cama, yo me acosté en la cama frente a mi amigo, como la pantaloneta era ancha, me acosté de tal manera que desde donde se encontraba mi amigo, se me veían las nalgas y el empezó a notarlo, vi como su bulto empezó a crecer y eso se le notaba a través del bóxer, seguimos tomando y el me decía si se iba a quedar a dormir ahí en la pieza, yo le dije, claro si, dormis en el sofá, el me dijo, que lo dejara dormir en la cama también, yo le dije que luego lo veíamos. Repentinamente Arnulfo se paró del sofá ya su bulto estaba muy erecto, entonces se acercó a la cama, se sentó, yo me corrí un poco hacia el rincón, pero seguí en la posición de que viera mis nalgas, ya el sin pena alguna me dijo que hacia tiempo que no sabía que era meter la polla, que veía que mis nalgas estaban muy ricas, que me quedaba bonito ese cachetero, yo resistiéndome pero con ganas de que me tocara, le dije, deja la joda, pero me volteé boca abajo para que me viera, entonces me paré de la cama y tomé la botella, le di un trago, me tomé otro, como teníamos prendida la música, empezó a sonar un vallenato suave, entonces descaradamente Arnulfo me dijo que si bailábamos, yo le dije como vamos a hacerlo si somos hombre, el me dijo, no mami, usted me da la espalda, yo me le pego y así bailamos, haciendo como si usted fuera la mujer. Antes que le dijera que sí, Arnulfo ya tenía su pecho pegado a mi espalda, sus brazos se metieron por debajo de los míos, sus manos empezaron a sobarme las tetillas, pero lo mas rico, es que sentí su polla rozándome las nalgas y con impulsos de cadera abalanzaba su bulto hacia mi raja de la nalga, yo paré el culo un tanto, y empecé a rozar esa verga y empecé a hacer movimientos sensuales, Arnulfo se quedó quieto mientras mi cadera llevaba el ritmo del deseo, que delicia era sentir esa vergota rozando mi ...
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