Sacie mi deseo de un hombre - Relatos Eróticos

Sacie mi deseo de un hombre

SACIE MI DESEO DE UN HOMBRE

Soy un hombre casado, ya maduro, aunque he gozado de las delicias del sexo con mi esposa y otras mujeres, he tenido la curiosidad de sentirme poseído por otro hombre, pues cuando era niño, tuve la oportunidad de que otro amiguito me metiera su polla, fue algo muy pasajero. Ahora he sentido la necesidad de probarme a mí mismo, buscando que algún hombre goce de mi culito. No he sido lanzado y por eso no lo he buscado con insistencia. Sin embargo recordé que un amigo de infancia a quien conocía como un cacorro empedernido, se encontraba viviendo en un pueblo intermedio entre mi ciudad y la ciudad costera que dista aproximadamente en tres horas de viaje. En una ocasión cuando venía de dicho pueblo costero a mi ciudad, el vehículo en que me transportaba paró en dicha población intermedia, de repente vi a mi amigo, quien se encuentra en situación casi de indigencia porque consume mucho licor y frecuentemente mantiene encopetado tomando chirrinche. En una ocasión que se me subieron las hormonas femeninas y ansiaba como lograr entregarme a un hombre, tomé el bus y me fui hasta donde vivía mi amigo, el era un moreno no negro, siempre se veía fuerte, pero en esta etapa de su vida conservaba algunos de sus rasgos, conociendo sus antecedentes de que a mi amigo le gustaban los maricas, aunque yo no lo soy, pero quería sentirme apretado por otro hombre, vi la oportunidad de que a mi amigo, llamémolo ARNULFO, le podría despertar esa inclinación cacorril, me compré unos cacheteros rojos, unos chores medio transparentes blancos, compre para regalarle a mi amigo unos bóxer blancos casi transparentes, unas pantalonetas, una camiseta y unos tenis. Cuando llegué al pueblo empecé a buscarlo, lo encontré con una caneca de chirrinche en su mano, estaba departiendo con otras personas, cuando lo ví, lo llamé y estaba un poco prendido, nos saludamos, y le dije que si íbamos a comer, porque eran casi las siete de la noche cuando llegué. Llegamos al restaurante y me preguntó que hacía ahí, y le dije que había ido a buscarlo para que compartiéramos un rato, no me preguntó nada mas, acabamos de comer, luego le dije que consiguiéramos un hotel donde iba a pasar la noche, le dije que si quería seguir tomando mas, me dijo que sí, entonces compré una botella de aguardiente, yo también empecé a tomar, luego llegamos al hotel, alquilé una habitación para toda la noche, entonces subimos al segundo piso donde nos correspondió la pieza, donde había solo una cama y un sofá, desde ese momento me empezó a arder el deseo de ser cogido por ARNULFO, le di las prendas que le había llevado, le dije que se bañara y se las colocara, el, como presagiando mis intenciones, se desnudó delante de mí, se quitó sus andrajosas ropas, tomó la toalla y antes de que entrara al baño, pude observar su verga, era larga y un poco gruesa, y aunque estaba flácida, se veía de buen tamaña, mientras mi amigo se bañaba, yo me quedé en la cama pensando en como sería esa polla ya erecta ...