Una decisión importante. (2/2) - Relatos Eróticos

Una decisión importante. (2/2)

... con sus dos agujeritos llenos y ella gimiendo de placer. Saqué mi polla de su coñito y el dilatador de su anito y apunté mi polla a ese agujerito dilatado. Mi balano entró dentro de ese culo sin apenas esfuerzo, hasta el final y hasta que mis huevos rebotaron en su vulva. La sensación fue sublime, creo que nunca he sentido el placer que estaba sintiendo en ese momento. Cerré mis ojos y empecé a bombear hasta que Vanesa me sacó de mi delirio de placer:

—¡¡MARCO NO ME JODAS, ¿HAS METIDO TU POLLA EN MI CULO?!! —Gritó Vanesa.

—Dios siiii, lo estabas pidiendo a gritos. —Respondí sin dejar de bombear.

—¡¡SACALA JODER…HE DICHO QUE LA SAQUES!! —Chilló Vanesa que con dos movimientos violentos se libró de mi polla.

—¿Pero qué coño te pasa Vanesa? ¿Qué ocurre?

—Tú y yo teníamos un trato, ¿recuerdas? Me ayudabas a preparar mi culo para que se lo follase mi novio, era un regalo para él, mi culo virgen, no para ti estúpido, no has respetado mis deseos.

—Mira Vanesa, te quiero y quiero lo mejor para ti, y te aseguro que ese gañán que tienes por novio no te conviene. Además, dime que no estabas disfrutando conmigo, dárselo a ese perdedor es como dar una de las mejores comidas a los cerdos.

—PUES SERÉ YO QUIEN DECIDA ESO, NO TÚ. TÚ NO ERES NADA PARA MI, SOLO TE HE UTILIZADO Y SOLO FALTABA QUE ENCIMA DECIDIESES POR MI. —Seguía gritando Vanesa.

—Vanesa creo que es mejor que lo dejemos aquí. Estas diciendo algo que de seguro te vas a arrepentir. —Dije dolido.

—¿ARREPENTIR? NOOO, NO ME VOY A ARREPENTIR, ESTO TE VA A COSTAR CARO, SEGÚN SALGA DE TU CASA VOY A DENUNCIARTE POR VIOLACIÓN, MALDITO CABRÓN.

—¿Ah si? Te recuerdo que has sido tú quien me ha pedido que te follara, ha sido consensuado, ¡¡JODER VANESA, LOS DOS LO ESTÁBAMOS DESEANDO!! —Dije ya muy enfadado.

—Y yo te recuerdo que es tu palabra contra la mía y que la mujer ante una denuncia, tiene toda la credibilidad contra el hombre, tú esta noche duermes en el calabozo, te lo aseguro, te voy a joder la vida mamarracho. —Respondió Vanesa fuera de sí.

—Niñata estúpida y bipolar. Hazlo y te aseguro que no seré yo, pero tú “novio” —dije con burla,— según se entere de esto, y te aseguro que se va a enterar, te va a mandar al hospital o al tanatorio. Ya lo dice el refrán, quien con niños se acuesta…meado se levanta. Y ahora fuera de mi casa hija de la gran puta. Tú a mí ni me utilizas, ni me amenazas.

No entendía muy bien que es lo que había ocurrido. Se supone que Vanesa estaba enamorada de mí, lo mismo que yo de ella, ¿cómo me podía hacer esto? Y lo peor, ¿cómo me amenazaba tan gratuitamente?

Desnudo como estaba, fui al baño de mi habitación, tomé la ropa de Vanesa, y entrando de nuevo en el dormitorio la agarré por un brazo y sin escuchar sus protestas, abrí la puerta de mi casa y la eché al rellano, desnuda, y lanzándole la ropa a la cara.

—No quiero volverte a ver en mi vida, alguien que dice amar a otra persona no hace lo que me estás haciendo a mí, zorra ...