1. Una decisión importante. (2/2)


    Fecha: 15/08/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Fernando, Fuente: TodoRelatos

    ... desalmada.
    
    —Marco, espera… —Dijo Vanesa con voz de súplica.
    
    No atendí a nada, cerré la puerta de mi casa con un sonoro portazo, con rabia, y me fui a mi habitación a quitar las sábanas y el edredón para que el olor de esa zorra despareciera. Luego me fui a duchar para limpiarme sus babas y sus fluidos. Se que lo que hacía era una estupidez, con eso no se arreglaba nada, intentaba borrar su olor, como si con eso fuese posible borrarla de mi memoria, pero en esos momentos la rabia y la decepción me dominaba, y eso me ayudaba a mitigarla, o eso creía.
    
    Mi corazón estaba destrozado. Esa niñata me había despedazado por una solemne estupidez y ahora mi maltrecho corazón se desangraba, roto por la majadería de una joven que creo que ni sabía lo que quería.
    
    También sabía lo que me esperaba a partir de ahora. Primero rogaba porque no cumpliese sus amenazas de denunciarme. Luego seguiría su indiferencia insultante hacia mí en nuestro lugar de trabajo. Bueno, mejor dicho, nuestra indiferencia reciproca, porque yo no quería ni verla, y mucho menos estar cerca de ella.
    
    No pasé buena noche. De hecho intenté dormir, sin conseguirlo. Lo hice en la habitación de invitados, de momento no tenía fuerzas para acostarme en la cama donde horas antes Vanesa y yo follábamos como animales. Al día siguiente, ya en el trabajo, me encerré en mi despacho y no salí de ahí, salvo para ir al baño, deseando que pasase el día rápidamente y no cruzarme con esa hija de mil padres que me jodió como creí que no sería capaz.
    
    Pero trabajando en el mismo sitio, era imposible no encontrarse o cruzarse en algún momento. Durante algo más de un mes tuve que aguantar su indiferencia y sus malas caras, lo mismo que ella tuvo que soportar las mías. había mucha tensión entre nosotros y no sabía cómo iba a terminar esto de seguir así.
    
    Pasados casi tres meses, un día bajó a mi despacho, no sé si obligada por la jefa de contabilidad o por decisión propia. Llamó a la puerta y entrando a mi despacho y con voz compungida me lo dijo:
    
    —Marco, tengo que buscar unas facturas.
    
    —Pues aquí no las vas a encontrar. Prueba con los chicos que atienden el almacén, a ver si ellos te ayudan, pero para ti este despacho está cerrado y yo no voy a perder más tiempo contigo. ¿Te queda claro? —Dije con toda la rabia acumulada.
    
    —Marco, no podemos seguir así. —Dijo Vanesa de forma dulce y conciliadora.
    
    La miré indolente. Sabía que en ese mismo momento podríamos arreglar las cosas y volver a como estábamos, aunque hubiese una herida muy profunda abierta entre nosotros. Pero primero fue ese enfado porque le había mentido. Para mí fue desmesurada su reacción pero lo pasé por alto por el amor que sentía por ella. Pero esto último ya había sobrepasado todos los límites y ya estaba en una edad en la que no aguantaba las tonterías, los sin sentidos, ni las estupideces.
    
    Mi mente procesó los pros y los contras a una velocidad vertiginosa y llegué a una conclusión, dolorosa, pero necesaria. Esa ...
«12...91011...33»