1. Recuerdos de guerra (I)


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... su lengua era tan fuerte que podía haberme saltado algun empaste. No paraba de escarbar en mi boca y maltratar a mi lengua, su lengua me dominaba totalmente, era un preludio de lo que me esperaba. Su ímpetu me dificultó la respiración, creía que me ahogaba, cuando no podía más él me dejaba coger una bocanada de aire y volvía al ataque, era tremendo. Con sus mano recorría mi cuerpo desnudo que estaba pegado el suyo que todavía llevaba el uniforme. Mis glúteos cabían en sus manaza y me apretaban con mucha fuerza. Me arrimaba cada vez más fuerte a él y la evilla de su cinturón empezó a clavarse en mi abdomen.
    
    Acabó con mi boca dejándome los labios ardiendo. En ocos segundos se quedó en calzoncillos. Me hizo arrodillar y colocó bruscamente mi cara sobre su amarillento gran paquete. Un festival de olores mezclados se introdujo en mi. Mi excitación iba en aumento.Su paquete se volvió duro como el acero. Un movimiento brusco dejó su gran polla al descubierto 23 cm de carne cruda. Yo hambriento la engullí. 'Así puta cabrona, así cómetela toda'. Él envestia contra mi garganta sujetando mi cabeza con fuerza. 'Más zorras como tu es lo que necesitamos en el ejército'. Me folló la boca durante varios minutos. Mi mandíbula estaba apunto de desencajarse pero derrepente se detuvo. 'Me quiero reservar para tu culo'.
    
    Me hizo poner a cuatro patas sobre su camastro y sin usar más lubricante que mi saliva en su polla mojada me embistió. Su gran nabo tardó una eternidad en recorrer el camino de mis entrañas hasta llegar al fondo. Sentí un dolor tan agudo que en esos momentos no me hubiera importado la muerte. 'Mi grandísima perra, como aprieta tu culo'. Entonces empezó sus embestidas.
    
    El dolor no aminoraba todo lo contrario que nuestros gemidos. Poco a poco fui tomando conciencia de mi cuerpo, sentí el placer que le estaba dando a aquella polla y por arte de magia el placer me fue transferido. 'Nunca había disfrutado tanto con el culo de un zorrón'. Cada parte de mi fue un tímpano de placer. Mi polla se endureció. Sus manos sobre mi espalda me producian escalofríos de placer. Y su gran tranca indroducía cada vez más adentro mi gustazo.Derrepente mi marinerazo lanzó un grito, el mundo se paró y su fuente me inundó. Yo me corrí sin tocarme. Había alcanzado la gloria. 
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