1. Orgía de Carmen


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Un espléndido día de playa, estoy tomando el sol en una pequeña calita de la provincia de Almería, concretamente en la cala del cigarro. En esta cala se rodó en su momento el desembarco de los cofres, (supuestamente llenos de joyas y monedas de oro del pirateo) de la película “la isla del tesoro”. Un agua transparente y muy limpia en la que apetecía darse un baño para contrarrestar el sofocante calor, los pececillos nadan a sus anchas entre las rocas.
    
    Me quedé dormido durante no se calcular que periodo de tiempo, al despertar veo gente alrededor mío, bañándose y jugando con una pelota playera. Hombres y mujeres jóvenes, de entre 30 y 40 años.
    
    Eran dos parejas y otra mujer sola que venían juntos. Serían aproximadamente las cinco de la tarde cuando desperté, debido al ruido que hacían mientras jugaban. Me levanté y me dispuse a darme un baño, acercándome hasta la orilla, fría, muy fría pero estupenda estaba el agua después de haber dormido plácidamente y haberme calentado y sudado con el sol bronceando mi cuerpo.
    
    Soy un chico de 30 añitos de complexión atlética, debido a esto la gente que jugaba con la pelota notaba yo que me miraban mientras caminaba.
    
    Hola dije en voz alta, saludándoles. Contestaron alegremente levantando los brazos al mismo tiempo.
    
    Me zambullí al llegar una de las suaves olas y bucee hasta que me faltó la respiración, unos 30 mts. me alejé de la orilla. Di unas brazadas en paralelo a la orilla y desde esta distancia veía como esos cuerpos esculturales jugaban con la pelota.
    
    Volví a nado hasta la orilla y al salir del agua encontré que la pelota se les había ido de las manos y venía en mi dirección. La recogí y corriendo un poco hacia ellos se la lancé devolviéndosela, lo que agradecieron por no tener que ir a buscarla.
    
    Me volví a tumbar sobre la toalla para tomar un poquito más de ese sol que ya se resistía a seguir calentando.
    
    Al poco rato, cuando ya estaba seco, detecté que habían dejado de jugar y me llegó un olorcillo conocido a Maria, se estaban fumando unos canutos, que cabrones, volví la cabeza hasta donde estaban y efectivamente se habían bañado y ahora estaban ellas en top les fumando unos porritos en formación de círculo cual pipa de la paz.
    
    Uno de los barones se dio cuenta de mi hallazgo y y me ofreció levantando el cigarro con la mano para que fuese con ellos a fumar.
    
    Me presenté y me hicieron un hueco para poder sentarme junto a ell@s a fumar la pipa de la paz.
    
    Hablamos de variados temas y la verdad es que la tarde se convirtió en una noche muy agradable; por cierto una de las chicas que tenía pareja estaba recostada sobre mi hombro fruto del cansancio de la larga velada, de forma que uno de sus pechos reposaba en mi antebrazo. Al cabo de un tiempo en esta postura, fue cayendo su cabeza hasta usar mi muslo de almohada, dejando caer su largo pelo rubio aun mojado por el baño, sobre mi entrepierna.
    
    Esto me estaba poniendo muy cachondo, la otra pareja estaban abrazados frente a mí y ...
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