Lujuria tortillera - Relatos Eróticos

Lujuria tortillera

... trajes de la chiquilla, pero la pasión no entiende de contratiempos inoportunos. Antes está echar un buen polvo.

Será imposible borrar de mi memoria, aquel momento, en el que mi tía, abierta de piernas, relajó su esfínter y la orina comenzó a descender lentamente, caliente, como nosotras. No puede resistirme y empapé mis manos, las llevé a mi boca como una descocada, saboreé el aroma del pecado, mi tía se estaba orinando sobre mí. Hubo un momento, en que inclinó su caño hacia mi boca. Obnubilada, era tal el placer que mi tía me estaba dando que no podía contener mis gemidos que incluso algún cuesco se me escapó del gusto. Me había follado a la mujer de mi tío Pepe. Tras aquel episodio lésbico, nuestra relación no fue la misma, nos hicimos íntimas. Llegando a comprar incluso las compresas a medio llenar, éramos ecológicas hasta para eso, unas adelantadas a nuestro tiempo.

En la Primera Comunión de la Topacio, nos saludamos y nos fuimos al baño a darnos un morreo, le comí todo el pintalabios. Lo que pasó después es demasiado orgásmico como para plasmarlo en mis memorias. Quizás otro día.