1. Juego peligroso en el tren (II)


    Fecha: 13/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Lau, Fuente: TodoRelatos

    ... turista pérdida en un barrio que no le correspondía. Fui rápidamente hasta el portal que ya estaba abierto y subí las escaleras hasta llegar a la misma puerta que indicaba en la nota.
    
    Toqué al timbre y me abrió la puerta un hombre, completamente desconocido, que me escaneó de arriba a abajo de una forma bastante descarada. Pensé por un momento que me había equivocado de dirección pero enseguida apareció él chico del tren por detrás de él. Sentí una explosión indescriptible de sensaciones al verlo, apenas pronuncié un tímido "hola" y él me cogió de la mano y me llevó hasta su habitación.
    
    Cerró la puerta con un pequeño pestillo y yo me quedé completamente inmóvil frente a él, algo cohibida y sobrepasada por la situación. ¿Cómo se me había ocurrido hacer algo tan arriesgado, peligroso e inmoral y encima no contárselo absolutamente a nadie? Él me miraba profundamente a los ojos y, sin titubear, me besó. Sin duda era lo que en ese instante necesitaba, estaba muy nerviosa y ese beso me despejó cualquier duda y consiguió calmar toda la tensión acumulada. Fue un beso dulce, húmedo y muy intenso que me subió de inmediato la temperatura.
    
    Enseguida sentí como mi vestido se iba subiendo, sus manos hábiles no perdieron el tiempo e iban levantando la tela lentamente hasta dejarme a la vista las braguitas. Interrumpió el beso y con un golpe seco, autoritario, me tumbó sobre su cama. Fue un gesto duro, que me pilló por sorpresa y, acto seguido, me despojó de mi ropita interior, soltó un comentario soez sobre mi coñito depilado y se lanzó con avidez a sorber de mi rajita.
    
    Su habilidad comiendo coños estaba fuera de toda duda, en apenas unos pocos segundos ya me tenía gimoteando, encendida y suplicándole que no parara, importándome bien poco que el otro hombre que me abrió la puerta pudiera escucharme. Su lengua era un torbellino que recorría todo mi sexo, de arriba a abajo, de dentro a afuera y me provocaba un tsunami de placer. Yo agarraba su cabeza, sus cabellos, mientras me retorcía de gusto, sintiendo una excitación y una calentura indescriptible.
    
    En un momento dado me dió la vuelta y me colocó a cuatro patas, pensé que había llegado el momento de que me penetrara pero siguió acercando su cara a mi sexo y a mi trasero con deleite. Seguía sorbiendo y chupeteando mi sexo pero ahora, en esta nueva posición, con el culito en pompa, también escarbaba y hundía su rostro sin ningún pudor sobre mi retaguardia. Agarraba los cachetes de mi culo con firmeza, los abría y lamía mi ojete sin dilación.
    
    Sabía que no tenía mucho tiempo y debíamos darnos prisa y le gimoteé, casi suplicándole, que me follara de una vez. Su reacción me dejó claro que él era quién mandaba, me dió un rotundo azote en mi nalga derecha y me ordenó que guardara silencio. Sentí fuego por el duro cachete pero su autoridad y su firmeza me calentaron aún más.
    
    Escupió sobre la entrada de mi ano y comenzó a perforármelo con un dedo mientras nuevamente hundía su cara por todo mi sexo. ...
«1234...»