1. Codicia


    Fecha: 11/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: coronelwinston, Fuente: TodoRelatos

    ... esos treinta metros imaginé trescientos desenlaces al menos, diez por metro recorrido, pero nunca imaginé el que nos esperaba.
    
    El jefe de sector, con su impecable traje negro, sus dientes excesivamente blancos, su postura extremadamente tiesa, nos acompañaba un paso por delante de nuestros pies. Susana, toda decisión, balanceaba sus pechos subida en sus tacones mientras yo me arrastraba al cadalso sin remedio.
    
    Una puerta de nogal, con los herrajes dorados, se estremeció al sentir el golpeo de los nudillos del hombre que nos acompañaba. De inmediato, sin censura alguna, se abrió de par en par desde el interior. Un hombre calvo, orondo, traje oscuro y que sostenía un puro en la mano, nos dio la bienvenida y nos hizo pasar cerrando la puerta tras nosotros.
    
    -Son nuestro sexto jugador-Explicó el jefe de sector-, solo jugará uno. La señora. Les presentaremos a los demás jugadores.
    
    Tanta solemnidad me imponía cierto respeto. La sala tenía la suficiente luz como para poder distinguir los rostros de las personas allí concentradas. Un crupier aguardaba en pie, tras la mesa de juego, más tieso que la almidonada pajarita que lucía en su cuello. El jefe de sector tomó asiento en una esquina de la herradura que formaba la mesa y el calvo orondo nos presentó al resto de jugadores que, cortésmente, se dignaron ponerse en pie para estrechar nuestras manos.
    
    -Este es el señor Lunes-Dijo dirigiéndose a un joven de color y elevada estatura-, la señorita Martes-una joven rubia de aspecto refinado pero con olor a puta-, los señores Miércoles y Jueves, ambos son hermanos-Aclaró el calvo-, y el señor Viernes. ¿Quién jugará por ustedes?.
    
    -Yo-Respondió Susana.
    
    -Usted será la señora Sábado-Solemnizó el calvo-, y usted se podrá sentar aquí-Me dijo mientras me indicaba el lugar en el que me iba a ubicar al lado del jefe de sector-.Yo soy el señor Domingo. Controlaré la partida en todo momento. Ahora les indicaré las reglas. Jugaran los seis jugadores que les he mencionado. Es evidente que sus nombres no se corresponden con los días de la semana, pero eso no nos importa ahora. La entrada mínima será de doscientos. No hay máximo.
    
    El silencio era el rey. La luz, una invitada esporádica que ya se iba. Los naipes, los ejecutores de la realidad.
    
    Susana tomó asiento entre el Sr. Lunes y el Sr. Jueves. El Sr. Lunes, como antes comenté, era un tipo de color, alto, y complexión fuerte. Tenía buena pinta y andaría transitando por la treintena de años. Los señores Miércoles y Jueves, los hermanos, eran algo rechonchos, mas bien bajos pero, presumiblemente, podridos de dinero. Canosos ambos, parecían mellizos sino gemelos y, con diferencia, parecían los más desagradables. Sus canas indicaban que estarían rondando los cincuenta años. La señorita Martes era, estaba seguro y lo sigo estando, una puta. Rubia de bote, provocativa, pechos demasiado visibles, comienzo de nalgas bien descubiertas, labios finos y de estatura normal, fumaba y bebía al mismo tiempo ...
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