1. Terminé follando con mi madre luego de unas copas (Parte I)


    Fecha: 10/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Donni, Fuente: CuentoRelatos

    ... excitado, las copas hacían que pensara en mi madre de forma lasciva. Desabroché el sostén de mi madre liberando aquellos enormes y redondos senos. Esos maravillosos pechos que una vez fueron la fuente de mi sustento me provocaban para que los devorara nuevamente. Sus pezones se habían endurecido y erectos me incitaban a lamerlos.
    
    Los masajeaba de manera erótica mientras leves gemidos placenteros emanaban de la etílica boca de mi madre. Acaricié su abdomen, bajé mi mano por su pubis hasta su monte de venus y allí comencé acariciar sus labios. Mi madre se estremecía disfrutando el agua caliente correr por todo su cuerpo.
    
    Como pude, sujetándola, la puse de pie. Apoyé sus manos en la pared para quitarle el bikini. ¡Mierda! Esos glúteos escurrían el agua de la manera más excitante que hubiese visto jamás. Saqué esas bragas de entre sus nalgas lentamente. Por sus muslos se derramaron una mezcla de agua tibia y fluidos vaginales.
    
    -Anda, hay que limpiarte muy bien –le decía, excitado por completo, mientras sumergía mi mano por entre sus nalgas acariciando su ano y alcanzando hurgar desde allí su vulva y su clítoris.
    
    -Ah! Uf! Si así, límpiame muy bien –decía mi madre, ya ahora ebria de lujuria.
    
    Terminé de limpiarla y la tomé entre mis brazos llevándola hasta la cama. Allí la recosté sobre su toalla y la envolví secando delicadamente cada rincón de su cuerpo. Disfruté cada segundo y cada centímetro de su cuerpo acariciándolo y saboreándolo con besos cuanto podía.
    
    Mi ropa había quedado empapada tras el baño, así que me la quité quedando completamente desnudo, con un pene grueso hinchado hasta su máxima longitud, tan caliente como una braza, brotando gotas de excitación sobre cada parte de la piel de mi madre que tocaba cuando me acercaba.
    
    Terminé de secarla y la dejé desnuda, la arropé tiernamente y por un segundo pensé en dejar allí aquella extraña experiencia. Pero no pude. El deseo de tomar a mi madre como si fuera mi mujer me tenían la cabeza y el pene a punto de estallar.
    
    Rondé por toda la casa, completamente desnudo con una enorme erección tambaleándose con cada paso que daba mientras me aseguraba de apagar todas las luces de la casa, cerrando puertas y ventanas. Me excitaba el hecho de estar desnudo por toda la casa, que los vecinos pudieran verme por las ventanas en cualquier momento, pero me excitaba aún más el hecho de pensar en mi madre desnuda.
    
    Una vez había terminado, regresé a la habitación de mamá. Me encerré con ella en la habitación y cual si fuera mi mujer, me escabullí entre las sabanas a su lado. No aguanté más. Me lancé sobre ella devorando sus hermosos y carnosos labios. Metía mi lengua saboreando la suya mientras ella somnolienta me correspondía el beso.
    
    Sus manos comenzaron a acariciar mis pectorales deslizándose por mi abdomen hasta mi pene. Cuando lo sintió lo sujetó con fuerza y comenzó a masturbarlo de arriba abajo con gran habilidad. Ocasionalmente frotaba mi glande con sus dedos para luego ...