1. Fantasía materna


    Fecha: 10/08/2019, Categorías: Control Mental, Autor: Charlie Steele, Fuente: TodoRelatos

    ... llevó una mano al hombro y dijo:
    
    —Bastante pesado en realidad. Ahorita lo que quiero es una ducha caliente e irme a la cama.
    
    Las dos muchachas se vieron en complicidad y luego Melisa se apuró a decir:
    
    —Oye mamá, si estás algo estresada, ¡entonces es una buena oportunidad!
    
    Carol miró a su hija algo confundida y se animó a preguntar:
    
    —¿Por qué?
    
    —Pues verás —inició Melisa—, este semestre empezamos a ver hipnosis y sus aplicaciones terapéuticas, estamos seguros de que la gran doctora en psicología Carol Dawson ya sabe los por menores, pero si quieres, nos gustaría que nos dejaras intentarlo contigo a ver si podemos ayudarte a relajarte un poco luego de este pesado día.
    
    Carol miró a las muchachas, viéndolas emocionadas por tratar la hipnosis, por lo que suspiró y dijo:
    
    —Vale chicas, seré su conejillo de indias.
    
    Las dos chicas se mostraron emocionadas.
    
    Ni tiempo le dieron a Carol de ir a cambiarse, así como estaba la sentaron en el sillón y la pusieron cómoda.
    
    —Bueno chicas —empezó Carol—, ¿qué procedimiento de trance van a usar conmigo?
    
    —Vamos a hacer inducción con un péndulo —dijo Mei mientras buscaba algo en sus bolsillos—, vamos a usar el viejo reloj de mi abuelo.
    
    Y tras decir eso, al fin sacó un reloj plateado que colgaba de una cadena plateada.
    
    —Ok, vale… —dijo Carol aguantando la risa por lo cliché que era la situación.
    
    —No te rías mamá, esto va en serio —dijo Melisa dándole un leve golpe en el hombro a su madre—. Bueno, vamos a comenzar.
    
    —Está bien —dijo Carol adoptando un porte serio.
    
    Y tras ya ponerse todos serios, Melisa tomó el reloj de Mei, lo dejó caer frente a los ojos de su madre sosteniéndolo por la cadena, empezó a balancearlo cual péndulo e inició:
    
    —Muy bien mamá, quiero que fijes la mirada en el reloj, como va de un lado a otro y que sigas al pie de la letra todas y cada una de mis instrucciones, ¿ok?
    
    —Ok —respondió Carol siguiendo con la mirada al reloj.
    
    —Muy bien… —dijo Melisa conteniendo la emoción— Vamos a empezar…
    
    ***
    
    Ya habían pasado varios minutos desde que la inducción había iniciado y Melisa se encontraba ya en las fases finales.
    
    —Ahora, cuando cuente hasta tres y chasquee los dedos, caerás en un profundo sueño, ¿entendido? —preguntó la muchacha con el corazón en un puño.
    
    Carol, por su parte, tenía un rostro inexpresivo y continuaba mirando el reloj que seguía haciendo movimientos de péndulo frente a ella.
    
    —Sí… —respondió con una voz monótona.
    
    Melisa tragó saliva, miró a su amiga que asintió con la cabeza para darle ánimos y entonces empezó:
    
    —Uno… dos… tres…
    
    ¡Snap!
    
    Los ojos de Carol se cerraron y la mujer cayó en el respaldo del sillón, al parecer profundamente dormida.
    
    Las dos amigas se miraron entre nerviosas y emocionadas.
    
    —¿Fu-funcionó? —preguntó Mei en voz baja.
    
    —Voy a ver —respondió Melisa mirando a su amiga para luego mirar a su madre y decir—. Carol, ¿me escuchas?
    
    —Sí… —respondió la dormida mujer.
    
    Melisa volvió a ...
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