1. Mi primera vez anal


    Fecha: 09/08/2019, Categorías: Incesto Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    ... hecho y realmente quiero que sea algo lindo entre los dos.
    
    -Tío, ¿estás seguro?
    
    -Si amor, lo quiero, cuando lo lamo y lo beso lo deseo hacer mío.
    
    -Pero tío yo nunca lo he hecho por allí.
    
    -Lo se amor, por eso quiero que sea algo especial para ambos
    
    -¿Especial? ¿Cómo así?
    
    -En un viaje juntos. ¿Qué opinas?
    
    -Hummm
    
    -Será lindo princesa, ¿qué dices?
    
    -¿Dónde iríamos?
    
    -Donde tú quieras princesa.
    
    Me quedé pensando. Había viajado con mis papás algunas veces, pero cerca a Lima y nunca en avión. Le dije, por decir, “A Tarapoto tío”. Allá se iba en avión y varios amigos y amigas ya habían ido. Aceptó sin dudarlo.
    
    Fuimos luego al hostal y su lamida de culo me resultó increíble, diría que estuve a poco de llegar sólo con su lengua.
    
    Dos o tres semanas después ya tenía los pasajes y la reserva en el Puerto Palmeras, un hotel de lujo allá. Les mentí a mis papás que iría con una amiga. De hecho, lleve a una a casa y ella les confirmó mi historia.
    
    Por primera vez estuve en un avión. Estaba muy emocionada. Al llegar al hotel quedé deslumbrada, era como un pequeño paraíso. Nos alojamos en un bungalow que se me hizo muy lujoso. Llegamos a media tarde. Habíamos almorzado en Lima, en el mismo aeropuerto. Tuvimos sexo, pero ni él mencionó ni yo pensé en entregarle mi culito en ese momento.
    
    Para la noche me llevó a cenar a un restaurante precioso en el centro de la ciudad. Con un lindo vestido que él me había comprado. Hasta tenía un piano y el ambiente era muy romántico. Cenamos, tomamos una botella de vino y volvimos al hotel. En el restaurante del hotel pidió otra botella y fuimos a la habitación. Yo sabía que esa era mi noche.
    
    Mientras bebíamos nos fuimos desnudando. Finalmente terminamos la botella y pidió otra. Yo estaba algo mareada y muy excitada. Quería entregarle mi culito pues era súper bueno y lindo conmigo, creía, en ese momento, que nadie lo merecía más que él.
    
    Finalmente, me colocó boca abajo sobre la cama. Puso una almohada debajo de mi zona intima, lo que hizo que mi culito se levantara. Comenzó a besarme desde el cuello y poco a poco fue bajando por mi espalda. Sentía hasta escalofríos de lo emocionada que estaba.
    
    Paso buen rato, me resultó interminable, en mis muslos y nalgas. Finalmente llegó donde lo esperaba. Sentí sus manos, como era su costumbre, separar mis nalgas y sentí su lengua muy húmeda empezar a explorar mi culito.
    
    Fueros minutos deliciosos. De pronto, sentí que algo me entraba, pero, contrario a lo que esperaba, no me dolió. Me pareció muy raro y le dije ¿tío, que haces? Me dijo “es sólo un dedo mi amor”. Siguió con su dedo y su lengua. Luego dos dedos y su lengua. Ni un dedo ni dos me dolieron. Es más, comenzaba a excitarme locamente con dos adentro.
    
    Cuando estuve muy cerca de llegar, mi tío los sacó. Me sentí un poco frustrada y casi lo increpé y le dije ¿Por qué haces eso? Me respondió “si llegabas iba a ser difícil terminar”.
    
    Sin terminar de hablar, puso su lengua en mi ...