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Rosy, Jessenia, Jocelyn y Laura: 4 culos en un mismo día (2)
Fecha: 09/08/2019, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... había figurado muy bien… una tercera faena y luego de la otra, era para taladrar ese culo por varios extensos minutos. Me asistió a limpiarme y en todo aquello volvió a cambiar la sábana y los cobertores. Salimos a la sala y encontramos a la chica llamada Jocelyn en una llamada telefónica, quien la interrumpió diciéndole a Jessenia: - ¡Has comenzado bien el día! Mira que bombón te acabas de chupar… maduritos, así como a mí me gustan. - ¡Él sigue disponible! -le dijo. - Bueno… si me dan tiempo. -les dije sonriendo. - Parece que Jessenia le ha exprimido muchas de sus fuerzas. -Dijo Jocelyn. - ¡Y eso que se aventó una hora con Rosy! - Ah… usted es el mencionaba Sofía hoy por la mañana… espero se vaya muy complacido y regrese pronto. - De hecho, el busca tu especialidad. -agregó Jessenia. - ¿Y eso? Estas niñas no saben de lo que se pierden… algún día lo entenderán. ¡Bueno cuando usted guste ya sabe dónde encontrarme! - ¿Y cuánto cobras tú por ese servicio? - Bueno… por media hora incluyendo lo que usted busca o por decirlo así, los tres postres son $250.00. - ¡Mala suerte! -dije yo. – Solo me quedan $180.00. Otro día será. - Bueno, por ser un buen cliente de la casa, se lo dejo por $180.00. Le había mentido, llevaba más en mis bolsillos. Simplemente que todavía guardaba la esperanza de que Rosy me llamara para decirme que sí quería que le diera por el culo y habíamos quedado en $300.00. Esta chica de nombre Jocelyn se miraba mayor que las otras dos, pero no pasaba de los treinta años. Era de un cuerpo más lleno, de muslos más gruesos y un trasero que doblaba a los de las otras chicas. Su rostro era bonito al igual que su cuerpo y si no me decidí por ella a las primeras fue porque me gustan las chicas más delgadas y de cuerpos petit. Me invitó a tomar algo, mientras me recuperaba de la segunda corrida y mientras tanto hacíamos plática con las dos chicas de renta y comencé a fantasear con el tremendo culo de Jocelyn. Llevaba pantalones vaqueros bien ajustados a su cuerpo, una blusa o camiseta blanca que me dejaban ver su ombligo sensual y con sus zapatos de tacón alcanzaba la altura de Jessenia, a quien le calculé un metro y sesenta y cinco. Ya estábamos a eso de las once de la mañana y me sentía ya listo. Los teléfonos de ellas o el que tenía Jessenia comenzaban a sonar e imaginé que eran sus potenciales clientes. Para no encontrarme con nadie en ese lugar, le dije a Jocelyn que estaba listo y ella minutos antes fue a preparar la habitación. No era la misma habitación, esta era más pequeña, sin baño privado, pero igual de oscura. Tenía similares velas aromáticas y también, tenía similar música… un ritmo de bachata y entré. Continúa… [email protected]