1. Rosy, Jessenia, Jocelyn y Laura: 4 culos en un mismo día (2)


    Fecha: 09/08/2019, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Jessenia se había ido a preparar la misma habitación en donde estuve cogiéndome hacía unos minutos a Rosy y vi que entraba con otra sabana y les cambiaba el cobertor a las almohadas. Le tomó unos cuantos minutos y me hizo pasar al mismo cuarto y me dio una advertencia: -Si tocan la puerta es la chica que le dije que venía y debo de atenderla. – Ella estaba en unos pantalones bien cortos que le hacían ver más alargadas las piernas y se fue al mismo buró y sacó un profiláctico y luego fue al grano de su negocio. Me pidió los $120.00 dólares, los cuales los saqué de mi bolsillo, pues los tenía ya listos.
    
    Esta chica fue más al grano, pues no en balde a este servicio le llaman “visita rápida” en su traducción del inglés. Ella me pidió que me acomodara que, en otras palabras, me pedía que me desnudara y así lo hice con calma. Me limpió de nuevo con una toalla humectante toda la zona de mi sexo, me puso el profiláctico y se dio a la faena de hacerme un sexo oral. Ya mi verga se había recuperado de la cogida anterior y del solo ver esas hermosas piernas, bonita pechuga y generoso trasero, mi amiguito estaba listo para un round más. Dos o tres minutos de esta felación estaba cuando sonó el timbre. Ella salió a abrir la puerta. Escuché una breve plática indescifrable y volvió a entrar por la puerta. Ya en esta ocasión ella se quitó el pantalón corto y en seguida se removió su diminuta tanga, que por la oscuridad de aquel cuarto no logré distinguir el color. Resumió con seguir manándome la verga por unos dos minutos más y me dijo: ¿Cómo quiere que me ponga? - Y yo le contesté: ¡De perrito!
    
    De por sí ya me había dado una gran corrida con la chica llamada Rosy minutos antes e, usando un profiláctico eso me iba a tomar un buen tiempo para volver poder acabar. Se puso a la orilla de la cama con el culo coqueteando con mis emociones y, le puse mi glande cubierta con este plástico en la entrada de una conchita de buena proporción. Estaba húmeda y esta chica le había agregado lubricante y comencé la penetración y fue cuando ella me dijo: ¡Ve con cuidado! Lo que usted tiene no es lo de un miembro normal.
    
    Escuché que dio un gemido a mi penetración, pero mi verga se deslizó alegremente en su cueva y de una manera lenta se la saqué y volví a meter. Su vulva vibraba… y esto es lo que me gusta de este tipo de cuerpos delgados que, son tan estrechas de su vagina que tal parece que uno se las está cogiendo por el trasero… esa panocha si que apretaba. Pensé que me había equivocado o era producto de mi imaginación, pero Jessenia se masturbaba chaqueteando su clítoris con sus propios dedos. En esta ocasión, era Jessenia quien me lo pedía: ¡Masajéame el culo con tus dedos!
    
    Ni lento ni perezoso atendí a su petición y con mi pulgar comencé a masajearlo y comencé con unas embestidas que hicieron crujir la cama que iba al compás de mi pelvis chocando en sus nalgas. Ella comenzó a decirme: -así… así… así… no pares, dame así. -Pensé que se trataba de excitarme y de esa ...
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