Sometiendo a mi suegra 7 - Relatos Eróticos

Sometiendo a mi suegra 7

... volvía a dar las gracias por no haber seguido desahogándome con su coñito. Le hubiera encantado, pero ya le dolía bastante el culito. Me explico sinceramente.

Me fui a por café y llego Lupe desnuda y mojada.

-¿Qué te pasa?- le dije al verla asi.

-Te debo uno o dos orgasmos- me dijo acercándose.

-Ya está, ya lo ha hecho Lucia, bueno yo a ella- le dije sentándome en el taburete.

-¿Esa canija te ha vaciado las pelotas?- me pregunto enfadada.

-No, yo me he vaciado en su culito. -Le conteste.

-A, vale. ¿Y ha gritado como un cerdo verdad?

-Si, hasta que le faltaba el aire y solo gemía. ¿algo más? Vístete, Lupe, me estas estropeando la mañana.- le dije ya serio.

Me miro la cara, y se fue.

Me acabe el café, y se acabó mi paciencia con la joven y loca Lupe.

Me vio entrar bajándome los pantalones, y se dejó caer las braguitas que se estaba poniendo diciendome:

-¿Aun te queda leche verdad? Esa canija no tiene este cuerpo. -me dijo subiéndose a la cama a cuatro patas.

-Chúpamela- le dije secamente.

Me miro, sonrió y se dio la vuelta, atrapándola, deseándolo. Se esmero bastante rápida, quería que me la follara ya, y le aprete la cabeza, metiéndole más polla y se dejó hacer riendo. Aprete más y ya le follaba yo la boca, con ella mojándose los dedos en su coñito, y preparando su culo de diosa. Sabía lo que le esperaba.

La solté, me la empapo bien de saliva, y le dije:

-Muy bien, muy lista- y le hice dar la vuelta.

-Me lo merezco.- me dijo sintiendo como me mojaba el capullo en su chichito, y subia a su culo, notando mis manos agarrarla fuerte, y cerró los ojos.

Entre sin pararme, lentamente y ella empezó a soplar resistiendo bien. Me pare y le dije:

-Hazte la muerta si quieres, me da igual loca.- Y empecé a bombearla, con ella gimiendo y resistiendo hasta que se le hiciera el culo.

-¡Aaaaj! No, hoy no ¡Aaajj! ¡Aaaj! ¡Ahh! ¡Aaaajj! ¡Mmmmh! ¡Aaaaj! ¡aaah! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah! ¡Mmmmh! ¡Buuff! ¡Mmmmh! más, dame más ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah!¡Aaaaah! ¡Mmmmh! ¡Joder me corro! ¡Mmmmh! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah!¡Aaaaah! ¡aaaaah! ¡Aaaah! ¡Mmmmh! ¡Mmmmh!- me decía agradecida poniendo su culo en alto y dejándose caer, mientras se corría sin esperárselo, y me empujaba cuando entraba la polla.

Se acabo de correr gozando ya de la follada, mordiendo la sabana, y se volvió a levantar buscando mis manos para llevarla a sus pechos duros y ansiosos de ser magreados. Se los cogí, sin parar de follarla, y ella me miraba con cara de gata en celo, con los ojos medio cerrados y se dejaba hacer.

Al rato su culo ya empezaba a protestar y Lupe se asombraba de que no aflojase, o me corriera ya. Me empezó a hincar las uñas en los brazos y ya no me recibía con tanta fuerza al metérsela. Me di cuenta, y busqué mi orgasmo follandola más fuerte. Empezó a gritar y gemir, mientras deseaba que fuera porque ya me corría, y no un nuevo ritmo que la partía en dos, y le quitaba la respiración.

Me corría y ella ...