Sometiendo a mi suegra 7 - Relatos Eróticos

Sometiendo a mi suegra 7

... loco! ¡Aaaaaj! Cabrón déjame a mi ¡Aaaaaj! ¡Mmmmh! ¡Puto! ¡Aaaaaj! -me decía notando mi polla entrar por su culo de vicio.

-Luego te dejo ¡Mmmh! no grites tanto loca ¡Mmmmh! que cerradito ¡Mmmmh! ¡Buuff! Por fin ¡Mmmmh! ¡Oooojj! Mas, un poco más, toma loca ¡Mmmmh!- le decía gozando por fin de su culo.

Se enfado, y dejo los brazos estirados, dejándose hacer. Seguí, y la empecé a follar, se mordía los labios gozando, pero no hacía nada más, ni movía sus brazos. Pare y le dije:

-¿En serio?

-Sigue y córrete.-me dijo enfadada.

Suspire, pensé que hacer, y se la saque yendo a la cocina a lavármela y fumarme un cigarro.

Se quedo donde estaba, en la misma postura. Y al rato vino hacia mí.

-Ya sabes que no me gusta, no sé porque insistes- me dijo pegándose a mí.

-Ya, es cierto, no pasa nada- le dije poniéndole bien el pelo.

-Déjame a mi va- me dijo cogiéndome la polla, y pasándosela por el coñito empapado y ardiendo.

-Me fumo el cigarro y te digo algo.

-Vale- me dijo pajéandose con mi polla que la buscaba volviendo a subir. Sin intención de irse al sofá.

Nos mirábamos a los ojos, pero los dos queríamos lo mismo del otro, y la deje hacer mientras fumaba.

-Madre mía que juguete. Lástima de Lucia, va a gritar como un cochino en el matadero- dijo riendo los dos.

-¡Ups! Mira que lista ¡Mmmh!- me dijo al notar como se le metió en el chochito empapado.

Se follaba el capullo, y algo más, y me mordía y lamia los pezones gozando.

Me cogió la mano libre, un dedo, y lo llevo a su culo, follándome lentamente. Noto como se lo metía y me sonrió al notar que le esperaba al retirar su coño, y le entraba.

-¡Mmmh! si, que gustito ¡Mmmh!

La volví a dejar hacer y le metía el dedo hasta el fondo, con ella aumentando la velocidad y metiéndose toda la polla que podía en esa postura.

Me quito la mano y me dijo:

-Ven, que te monto y sin pegarte- añadió sonriendo y llevándome de la mano al sofá.

Me tiro y le dije:

-Espera que me despido de este- le acerque, vio lo que quería, y se subió al sofá ofreciéndome su coñito, pensando en lo que había dicho.

-¡Aaaah! ¡Buuuf! ¡Aaaah! Madrecita ¡Mmmmh! ¿Por qué? ¡Mmmmh! ¿te despides? ¡Aaaah! Ostia que boca ¡Aaaah! ¡Mmmmh!- me pregunto cómo pudo. Pero subí una mano y le tapé la boca.

Gozaba de lo lindo, no le habían comido tan bien sus agujeros en su joven vida, me quería hablar apartando la mano, pero no hubiera podido. Se corrió y me tiro de los pelos, le dejé hacer, y seguí un poco más. Se dejo hacer botando y corriéndose, y al fin la aparte y se sentó encima resoplando y mordiéndome los hombros y el cuello.

-¡Mmmh! encima lo comes de vicio ¡Mmmmh! puto perro loco -me dijo tomando aliento con sus agujeros palpitando y mordiéndome.

La joven Lupe, no controlaba su cuerpo, ni sabia hasta donde podía aguantar hasta caer rendida. Yo lo sabía, y con esa comida de coñito y ojete, se quedó pensando en mi despedida y lo entendio. No jugaríamos más, y quiso follarme con su ...