1. Amigos con derechos: ¡Quiero que seas tú quien me desvirgue!


    Fecha: 26/04/2023, Categorías: Primera Vez Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... hace algún par de años. Aquel sexo fue uno erótico y romántico y nunca hubo una aceleración abrupta y solo se subieron las revoluciones en algo, cuando Lorena con unos movimientos pélvicos me insinuaba que encontraba ese ritmo para volver a encontrar la gloria de otro orgasmo. No decía nada, más solo correspondía al embate que le enviaba y de esa manera de un choque de sexo algo pausado, le llegó otro orgasmo y vi como sus ojos se le aguaron, se le perdieron en el placer y en esta ocasión dijo: ¡Uh… que rico! – Y explotó jadeando de placer. Yo tampoco me pude contener y al ver como se corría Lorena, segundos después llené a rebalsar ese condón. Cuando me fui al baño a removerme el profiláctico, este tenía la evidencia de unos hilos de sangre por la ruptura de su himen.
    
    Ese día usamos los tres condones y Lorena se había corrido en posición de perrito y montándome, pero a esa edad de la juventud uno es insaciable y obviamente uno se recupera en minutos. Lorena me había pedido que quería también hacerme sexo oral y en eso estaba, dándome una felación de amateur, pero rica de todas maneras cuando se lo propuse:
    
    - ¿Quieres probar hacer el sexo anal?
    
    - ¡No creo que pueda… me da miedo!
    
    - Pero… ¿lo has considerado hacer?
    
    - Mis amigas me han hablado de que lo han hecho… unas dicen que lo han disfrutado, pero otras también dicen que les ha dolido mucho.
    
    - ¿Quieres intentarlo? De esa manera tú tienes tu propia experiencia y no solo lo que te cuentan tus amigas.
    
    - No sé Tony, me da miedo. Quiero, pero me da miedo.
    
    - Inténtemelo y si te incomoda mucho, pues desistimos. ¿Te parece?
    
    - ¡Esta bien! Intentemos. -me dijo.
    
    Se puso en posición de perrito y en vez de asomarle mi glande, le volví a poner mi lengua en esa posición. Le lamí el ojete delicadamente y sé por la manera que comenzó a mojarse que le gustaba que le comiera el culo. Después de unos 10 minutos de darle besos negros le asomé el glande no sin antes dilatarle el ojete dándole masaje con mi dedo de en medio hasta hundirle mi primera falange. Le puse la cabeza de mi verga en la entrada y se la comencé a hundir lentamente. Se ponía tensa y me expulsaba el glande con mucha presión. Nunca me dijo que parara y eventualmente de una manera delicada y con mucha paciencia, mis 22 centímetros se hundieron hasta que mis testículos chocaron con sus nalgas. Ella solo gimió, pero me aseguró de que, sí en verdad le dolía, pero que a la vez le gustaba mi invasión. En esa posición y sin mucho movimiento le tocaba la vulva y le masajeaba su clítoris, hasta que ella misma hacía un vaivén que no podía corresponder con el ímpetu que imaginaba pues era incomodo dejarle ir algunos embates mientras le masturbaba el clítoris. Mas, sin embargo, en diez minutos alcanzó el orgasmo y esta vez sí me dijo que se venía y ella comenzó con esos movimientos pélvicos que también me llevaron a la gloria y me he ido en su apretado culo el cual sangró esa vez que se lo desvirgué también. Creo que el placer ...