1. Limerick School (Episodio 2)


    Fecha: 15/04/2023, Categorías: Sexo Oral Autor: Martin666999, Fuente: CuentoRelatos

    Desperté con un leve dolor en mi glande. Contemplé a mi esposa y me dio un poco de pena. Ya no me atraía tanto como antes, pero era buena. Decidí que en el día de hoy, iba a concentrarme en hacer un buen trabajo y nada más. Tengo que guardarme la verga en los pantalones y bancármela como un hombre decente. Sentí que solo con mi débil voluntad, no iba a poder lograrlo. Tuve una idea. Fui al baño y me estire la verga hacia abajo. Agarré unas vendas del botiquín y me vende la verga contra mi pierna. En el caso que alguna situación me ponga muy caliente, la erección iba a ocurrir a lo largo de mi pierna y no se notaría. Al menos espero que Marcia no lo note y no me busque para chupármela. Me vendé fuertemente y fui al colegio.
    
    Se me hacía un poco difícil caminar, tenía que renguear un poco. Si alguien me pregunta podría decir que me caí y me golpeé la pierna o algo así. No tuve en cuenta que el movimiento de mis piernas y la venda me realizaban cierta masturbación. Mientras mi verga no estuviera erecta, supongo que eso no sería un peligro. El día estaba muy caluroso, y eso me generaba más incomodidad. Empecé a dudar de mi idea, esto iba a terminar mal. Ingresando al colegio veo a algunas de las chicas sentadas en las escaleras esperando a que abra. Una de ellas era la terrible pendeja de último año, que era más alta que yo y tenía unas tetas que se desbordaban de su camisa. Tenía una pollera cortísima y su camisa más desabrochada de lo habitual. Pude ver con facilidad toda la carne de sus muslos y un poco del pliegue de su culo, estaba sentada de una manera muy descuidada. Dios mío. Mi verga de a poco empezó a reaccionar, sentí unos cosquilleos.
    
    Continué caminando y al pasar a su lado no pude evitar mirarle las tetas. Eran increíbles, firmes y enormes. Tuve que caminar más lento, la venda había empezado a masturbarme. No pude dejar de mirarla y ella finalmente levanto su cabeza y mi miró a los ojos. Yo estaba totalmente ruborizado. Su mirada se tornó libidinosa y se mordió el labio inferior. Verla desde arriba, con esas tetas y sus ojazos verdes, me hizo poner muy caliente, quería sacar mi verga y metérsela en la boca. Pero no. Basta. Ni siquiera había entrado al colegio y ya estaba así.
    
    Caminé rápidamente entregándome a la masturbación que me propiciaba la venda. Debía ir rápidamente al baño y hacerme la paja sin que Marcia me viera. Miré para todos lados y al parecer no había nadie. Apresuré mi marcha y escuché.
    
    -¡Martín! Qué bueno que llegaste, vení un momento a mi oficina.
    
    Me doy vuelta y veo la silueta de la directora metiéndose a su oficina. Me pareció divisar mucha piel, al parecer por el calor, estaba con muy poca ropa. Con miedo, camine lentamente y me asome desde la puerta. Allí estaba Susana, la directora. Tenía una musculosa extremadamente escotada y una pollera larga. Se estaba sentando en su escritorio donde se encontraba su computadora.
    
    -Vení, acércate, ¿vos sabes de Excel?
    
    Tendría que haber dicho que no. Pero sí, ...
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