Noche de repetición Miles y Ryan uno – Liam doblete - Relatos Eróticos

Noche de repetición Miles y Ryan uno – Liam doblete

... me miraban, procuré hacerlo con movimientos sexis, sacando el pompis de espaldas a ellos, inclinándome para que apreciaran mis nalgas, emocionado al ver su interés y la mirada clavada en mi, y me sentía poderoso Pablo, yo un varón como ellos que en su mente transformaban.

Liam se me acercó y terminó de sacarme la camisa, ya estaba desnudo de la cintura a los pies, con mi pito colgando sin erectar todavía, le dije que me apetecía mamársela un rato, sentía unas ganas locas por comerles las pijas Pablo, eran tan bonitas, diferentes, carne caliente para devorar.

Me dejaron sentado en la cama y ellos de pie ante mi, con la hermosura de sus pollas apuntando a mi cara, se alineaban de izquierda a derecha primero Liam, Ryan en el centro y Miles a la derecha, los tres se movían la polla con lentitud. Empecé con Ryan dandole unos lengüetazos que acabo por ponérsela durísima, con las manos cogía las de los otros muchachos.

Me sabía delicioso su trozo de carne, la tragué hasta que desapareció en mi boca, Ryan como acto reflejo me sujetó de la cabeza y apretó contra su cuerpo, soltó un bufido agudo y le temblaron los huevos, seguro que nadie hasta ahora se la había comido totalmente, la mantuve en mi boca hasta que necesité respirar o me ahogaba, al sacarla salió un chorro de babas de mi boca, las recogí con la mano y le pajeé con ella untada.

La verga de Miles era la más difícil de comer, tenía que abrir mucho la boca para engullirla, estuve gozando la mamada del glande, sabía muy rico, su glande se chupa de maravilla, hasta que me decidí a comerla del todo, también Miles me ayudaba empujándome la cabeza, o me sostenía cuando ya me la tenía metida hasta los huevos, con él tuve que sujetarme a sus nalgas peludas y empujarle para que sintiera como la tenía toda metida en mi boca.

Así se las estuve mamando, jugando entre ellos para ver quien me la metía más a fondo, ellos se cogían de sus cinturas, abrazados, apoyándose los unos en los otros haciendo una pared, le vi a Miles besando a su primo, a Ryan apoyando la cabeza en el ancho pecho de Miles, porque entre los primos y hermanos se acariciaban también excitados al máximo. Les miraba a las caras y los notaba felices, para mi era todo un gozo verles disfrutar de mi boca, no sabría decir si una polla era más rica que las otras, me gustaba las tres y las hubiera comido de verdad, pero empezaba a cansárseme la boca.

Como si fuera un ritual establecido, el primero que me folló fue Ryan, pero ya era diferente a la otra noche, no había que dirigirle, había sido un excelente discípulo, me cogió en la misma postura, le gustaba besarme con la verga dentro de mi culo y dándomela sin parar, sin detenerse y respirando mi aliento, Mi tímido niño convertido en jabato, en un precioso macho moviéndose a veces sin control. Le llegó un estremecimiento anuncio de la eyaculación, temblaba chocando los dientes con los míos.

-Me corro Lu…., me corro. y se quedó quieto de golpe, pero sentía su verga palpitar en ...