1. El fruto no tan prohibido: Mi prima Mónica


    Fecha: 06/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Centauro, Fuente: SexoSinTabues30

    ... caricias fueron la preliminar desde el comedor. La alcé en mis brazos y la llevé hasta el dormitorio, una King nos esperaba. La desvestí pausadamente mientras quitaba rápidamente lo que yo traía puesto, la recosté en la cama y comencé a recorrer su hermoso y aromático cuerpo cubriéndolo de caricias y besos. Sus pechos no eran voluminosos sino más bien firmes y puedo asegurar que muy sensibles. Mi boca a través de sus pechos sacó de la suya gemidos y pequeñas exclamaciones de placer. Desde sus sobresalientes y muy sensibles pezones fui bajando lentamente, pasando por su abdomen, para casi llegar al botoncito de placer y esquivarlo maléficamente. Fui rodeando su cuevita que olía maravillosamente a excitación. Ella movía sus caderas tratando de que mi boca se posara sobre el clítoris, no lo consiguió fácilmente, tuvo que tomar mi cabeza y empujarla hasta allí. Succioné suavemente con él entre mis labios. A partir de ese momento agradecí que no tuviera vecinos cerca. Comenzó a jadear, gritar, retorcerse, apretaba mi cabeza entre sus piernas y arqueaba y contorsionaba la cintura. Me detuve un momento para respirar, mirándole su cara de felicidad, abrió sus ojos me miró, empujó mi cabeza entre sus piernas abiertas, volví a tomar su clítoris entre mis labios y a comerme esa preciosura. Lo tenía tan hinchado y erecto que podía tomarlo como un diminuto pene y hacerle lo mismo que a uno. Eso hice. Succioné, lo metía y sacaba de entre mis labios ayudando con mi lengua, recorría sus alrededores y cada tanto rozaba su puntita. Mónica se retorcía y jadeaba agitada , aspiraba hondo, exhalaba profiriendo gritos con todas las vocales hasta que tensó su cuerpo, se agarró mas firmemente de mis cabellos y comenzaron los espasmos de un sollozado orgasmo. Aminoré la fregada clitorideana cuando intentó sacar mi cabeza de entre sus piernas, no pudo. Había pasado mis brazos debajo de sus piernas enlazando una con cada brazo y atrapando su vagina contra mi cara. Cada vez que movía levemente mi lengua era un – AAAAHHH!!!!. Cuando dijo entrecortadamente –Para! Para! Por favor! – me detuve y dejé mi lengua apoyada sobre el botoncito que hervía y palpitaba al ritmo de sus espasmos. Dejé que saliera de esa posición y se colocara boca abajo y con la cabeza hundida en la almohada gritó – Haaaaaagg , Como me hiciste acabar!!! Animal!!! Cuando pasaba mis dedos acariciando su espalda seguía estremeciéndose por la sensibilidad que le había quedado. Besé su hermosas nalgas que sobresalían como firmes montañas de su bello cuerpo tendido sobre la cama. – Nooo!! Me vas a matar! Dijo. – No, la idea es hacerte disfrutar como nunca. ¿No esperaste este momento tanto como yo?. Bueno, disfrutalo. Yo lo estoy disfrutando y mucho. Me encantó verte así excitada, sacada, hecha una fiera y ahora calmadito. Pero no va a ser por mucho rato, hay alguien que te está esperando-. Dije mirando mi pene que estaba perdiendo erección. La acaricié un par de minutos, mi pene perdió su erección, pero ...