Mi sobrina tiene novio...pero me la sigo follando - Relatos Eróticos

Mi sobrina tiene novio...pero me la sigo follando

... garganta y como mi polla se endurecía.

- ¿Y tu madre?

- Mamá tiene turno de tarde hoy.

- Ya, entiendo. Bueno, yo te llamaba por vernos, ¿quizá mañana entones?

- Si… te llamo, por mi genial.

Iba a despedirme, pero la pregunta que pensaba hacer a mi sobrina me quemaba.

- ¿Te lo vas a follar cielo?

- Jajajaj….¡¡cómo eres tío!!

- Bueno, es que… no sé… solo imaginarte…

- ¡¡Pues claro que me lo voy a follar tío!!

Guardamos silencio los dos.

- ¿Cómo vas vestida? –arriesgué a hacer la pregunta porque estaba desbocado, saber que en cuestión de diez o quince minutos se iban a follar a mi princesa…

- Una camiseta ajustadita, unos leggins…algo cómodo.

- Ufff….debes de estar preciosa…

- Gracias tío….estoy ya muy excitada…

- ¿¿¿Sí???

- Sí… tengo ganas…

Estaba cayendo en la trampa yo solito y antes de que la cosa pasase a mayores decidí colgar.

- Bueno cariño…te dejo que me estas poniendo malo…

- Tío… ¿de verdad que no te enfadas por lo de mi novio?

- A ver…no tengo más opciones que aceptarlo. Lo entiendo, pero por ejemplo me encantaría ser yo quién te comiese las tetas esta tarde.

- Ya tío ya…Mañana, te lo prometo, ¿vale?

- Vale cariño, no te preocupes, disfruta, un beso.

- Vale, un beso, ciao.

Cuando colgué el cielo se me cayó encima. ¿Qué clase de estúpido era?, ¿qué clase de amante es este que deja que otro se la beneficie? Uffff, estaba hipersalido y aunque traté de calmarme y pensar en otra cosa mi mente se iba siempre a lo mismo. Así que, sin pensármelo dos veces y antes de que su novio apareciese le mandé un whatsapp: “María, cariño, cuando se vaya tu novio me avisas, ¿vale? Quiero oírte”. Al rato María me contestó con un OK y un regalo inesperado: una foto de sus tetas. Estaban duras, palpitantes, receptivas. Las conocía bien, demasiado bien. “Yo también quiero que sean tuyas”, me decía en otro mensaje. Entonces ya no pude más: me saqué la polla del pantalón y empecé a masturbarme imaginándola como su novio se la follaba, como la desnudaba y la lamía entera y como, sobre todo, María se ponía encima de él y le cabalgaba hasta correrse como a ella le gusta. Con esa imagen estuve a punto de correrme pero logré contenerme para una idea mejor.

Tuve que aguantarme, tuve que pensar en otra cosa, tuve que hacer ejercicios de funambulismo para que no se me apareciese desnuda y jadeando en mis pensamientos. Pero creo que mereció la pena. Dos horas de suplicio que llené de todas las maneras posibles hasta que a las ocho y media recibí un mensaje de María: “tío, ya se ha ido, ¿qué querías?”. Casi me da un vuelco el corazón pero era momento de pasar a la acción. “¿A qué hora vuelve tu madre?”. “Sobre las diez”, me contestó al instante. Entonces fue cuando, temblando, le escribí mi resolución: “Voy para allá”. Vi que el mensaje se marcaba como leído y aguardé su respuesta que tampoco se hizo esperar: “Estás loco tío. Te espero, estoy desnuda en la cama”. Le di a OK y sin esperar a pensar que ...