1. Sauna en Familia


    Fecha: 05/08/2019, Categorías: Gays Autor: Nauj69, Fuente: SexoSinTabues30

    ... fue tratar de apartarse; pero no sólo no había espacio a donde moverse, sino que también su tío lo tenía bien sometido bajo su forzudo brazo.
    
    –Te…tengo 14 años.—Y Fabricio tragó en seco; pues ya hasta se sentía deshidratado de tanto sudar por el agobiante calor del sauna, como por su nerviosismo ante esa incómoda situación.
    
    –Apuesto a que desarrollaste desde los 11 como aquí tu papá. —Y Fernando señaló al progenitor del adolescente, mismo que no parecía estar interesado en esa plática.
    
    –Todos los hombres en esta familia nos ponemos machos desde bien jovencitos. —Comentó de lo más tranquilo el abuelo del chico–Es algo que traemos en la sangre.
    
    –¿Oye, sobrino y por qué no te quitas la toalla? Así estarás más cómodo e igual que nosotros.
    
    –Eh…prefiero quedarme así, por favor…
    
    Dijo Fabricio con cierta angustia en la voz; mientras mantenía sus dos manos entrelazadas entre las piernas, como si tratara de mantener su corta toalla en su lugar.
    
    –No seas absurdo. —Insistió Fernando a la vez que tiraba de dicha toalla–¡Déjame te ayudo!
    
    –¡Tío Fer, no! ¡¡NO!!
    
    Pero fue demasiado tarde. Por más que el joven trató de impedírselo a su tío, este es obviamente más fuerte y con un simple jalón le arrebató la toalla a Fabricio; quedando ahora completamente desnudo como el resto. Sólo que, para sorpresa de todos, el chico tenía una erección; la cual brincó por el denso aire y se quedó firme apuntando al techo del sauna.
    
    –¡Vaya, sobrino! Pero si ya la tienes dura. —Le dijo su tío y le sonrió con complicidad–No pasa nada, es sólo que no estás acostumbrado a estar entre tanta testosterona… ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja~!
    
    El agraviado chico sabía muy bien que tenía toda la cara colorada por la vergüenza; pero de todas formas su verga se mantenía erecta y con el glande bien descubierto.
    
    –¡Perdón, yo…! Este… No…no sé por qué…
    
    –Descuida muchacho, es normal. —Y el viejo puso una de sus callosas manos sobre una de las piernas de su nieto y cariñosamente le empezó a sobar el muslo muy despacio.
    
    –Así es, sobrinito. Además, no tienes de que sentir vergüenza cuando tienes tan buen rabo para tu edad. Sabes, eso también es de familia; sólo fíjate bien en la de tu abuelo.
    
    Y Fernando hizo que Fabricio girara la cabeza para ver la velluda entrepierna de su abuelo; de la cual colgaban unas enormes bolas igualmente peludas y un impresionante trozo de carne viril.
    
    Fabricio no podía creer aquello. Él estaba mirando a corta distancia como su abuelo sujetaba su carnosa herramienta con una mano y la comenzaba a manipular como si tratara de despertarla.
    
    –Qué puedo decir, muchacho. —Habló don Federico al mismo tiempo que ponía su miembro masculino cada vez más grande y grueso–Siempre he estado orgulloso de mi gorda verga.
    
    Y el viejo no mentía. El joven chico pelaba los ojos al ver como ese maduro falo alcanzaba un volumen colosal, con la cabeza muy hinchada y las venas igualmente infladas por toda la base.
    
    –Así es, sobrinito. Tu abuelo es una bestia. ...
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