1. La perversión de un amante


    Fecha: 04/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: roxisexy71, Fuente: CuentoRelatos

    Quienes hayan leído mis otras historias sabrán que el factor común es el morbo. Si bien he tenido una muy activa vida sexual, y tengo historias para compartir más normales, las que comparto acá son las que más me han excitado y “casualmente” son aquellas donde sucedieron cosas que para la mayoría de las personas no son tan agradables.
    
    Yo tenía un amigo al que conocía desde mis 18 años. Con él nos compartíamos casi todo, incluyendo nuestras experiencias sexuales. Yo solía seducirlo jugando, me causaba gracia verlo excitarse, pero no avanzar por ser amigos. Me le sentaba arriba y me movía para hacer que se le pare, él me sacaba a veces porque se sentía como en falta y no quería aprovecharse, jajajaja. Debo confesar que cuando sentía que se le paraba yo también me mojaba, pero no era mi intención tener sexo con él, solo quería excitarlo.
    
    La cuestión es que estando yo ya casada, mi marido, que como conté era muy tradicional, nada loco en lo sexual en absoluto, le tenía celos y me prohibió verlo. Eso hizo que pasaran unos 2 años sin que nos viéramos.
    
    Teníamos amigos en común, por lo cual supe que se había mudado cerca de mi casa. Un día junté coraje y lo fui a visitar.
    
    Su cara de sorpresa al salir por la puerta y verme!!!
    
    Me hizo pasar y fue como si el tiempo no hubiera pasado. Conversamos por casi 2 horas, yo lo abrazaba, lo acariciaba y él me decía que pare, que hacía mucho no nos veíamos y que ya no éramos los mismos amigos que supimos ser. Yo no le hice caso y lo seguí provocando, lo cual tuvo su consecuencia.
    
    Cuando me estaba yendo, antes de abrir la puerta, por supuesto nos abrazamos y como de costumbre me pegué bien a él y le di muchos besos mientras reía, no en la boca, pero cerca. El me giró, me tomó por detrás y me dio flor de apoyada mientras besaba apasionadamente mi cuello y con sus manos recorrió mi cuerpo, tocó mis tetas y terminó tocándome exquisitamente mi concha por sobre el pantalón. Lo hizo realmente muy bien.
    
    Sentí como mis fluidos inundaban mi concha, los calores subieron a mi cara y unos gemidos salieron automáticamente de mi boca.
    
    Ya no fue la misma sensación que antes sentir su pija parada apoyada en mi culo, antes era divertido (aunque me mojara también), ahora era tremendamente excitante y deseaba que me penetrara.
    
    En ese momento me detuve y como recapacitando le dije “que haces? Estás loco?”, claramente un histeriqueo no? En fin, él se detuvo, me abrió la puerta y sin más explicaciones me dio un beso suave en la boca como saludo y me dijo, “podemos ser amigos con derechos no?”
    
    A partir de ahí tuvimos una relación de amantes. El mejor amante que tuve en mi vida. Había amor, había amistad, confianza y un sexo perfecto, incluyendo las fantasías morbosas que yo tenía y él ya conocía y con las cuales jugábamos mientras cogíamos.
    
    Luego de un año yo me separé de mi marido, yo quería estar con él, pero mi familia no me dejaba en paz presionando para que vuelva con mi marido. Mi marido a su vez, ...
«1234»