1. Me dan un arrimón en el metro y terminé entregando el culo


    Fecha: 04/08/2019, Categorías: Gays Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos

    ... nuevamente alguien se me repegaba atrás, y directamente apoyaba su verga en mi culo, y percibí el olor de su colonia, el cual me resultó familiar, sin lugar de dudas era nuevamente mi apoyador, así que cerré los ojos y me relajé para disfrutar el calentón que me dio la vez pasada.
    
    En esta ocasión fue muy directo, su verga se puso dura al instante y empezó a refregarme la colita, traía una playerita deportiva la cual discretamente sacó de mi pantalón sin que nadie se diera cuenta quedando desfajado con la playera por fuera del pantalón y después sentí que junto a su verga empezaba a apretar mis nalgas, por debajo de la playera, no pude evitar dar un ligero respingo de sorpresa y apreté el culo, pero inmediatamente me relajé y dejé que disfrutara de mi colita.
    
    Me encantaba como me acariciaba la colita, apretaba mis nalgas muy suave y me abría una nalga para que su verga se acomodara mejor en mi rajita y pude sentir la caricia de su verga directamente en mi hoyito, solamente separada por la delgada tela de nuestros pantalones, fue muy excitante, empujé mi colita hacia atrás para que el contacto en mi hoyito más intenso y en el siguiente vaivén del metro sentí que junto con su rica apoyada apoyaba sus labios en mi nuca y me daba un discreto beso en la nuca, totalmente inesperado, busqué su cara en el reflejo de la ventana y ahora si pude ver su cara, él se da cuenta y sonríe, efectivamente era un señor maduro, alrededor de 50 años, tez morena clara, usaba bigote, no muy grande y bien conservado, podría decirse que me resultaba atractivo.
    
    La apoyada siguió en las siguientes estaciones, siempre en forma discreta y aprovechando los vaivenes del metro para moverse y embestirme por encima de nuestras ropas, en esta ocasión, yo también aprovechaba cada movimiento del metro para empujar mis nalgas y sentir en forma mas intensa sus arremetidas, parecía que su verga quería atravesarme a través de la ropa e incluso sentí el calor de su verga ardiente y el grosor de sus venas, sus dedos se hundían en mi colita también, aprovechando que la tela de mi pantalón era flexible y llegó a masajear la entrada de mi orificio con la yema de uno de sus dedos, tuve que morderme los labios para no lanzar un gemido. Cuando llegamos a su estación me hizo una seña para que lo siguiera a través del reflejo en la ventana, pero me dio miedo y me quedé nuevamente estático, esta vez con la tela del pantalón muy metida en mi rajita y ardiendo de calentura, y fue similar a la vez anterior, me bajé en la siguiente estación y discretamente saqué la tela del pantalón de mi cola, me dirigí al baño a masturbar y tirar la leche y nuevamente me tuve que masturbar en la noche ante una nueva negativa de mi novia.
    
    Al día siguiente, nuevamente me dirigí al mismo vagón del metro y busqué acomodarme como las veces anteriores, llevaba la playera por fuera de mi pantalón para esperar a mi apoyador, por si tenía suerte y se presentaba, y efectivamente al llegar a la siguiente estación ...
«1234...7»