1. Ingresada en el hospital – Parte II


    Fecha: 20/03/2023, Categorías: Dominación / BDSM Fetichismo Lesbianas Autor: esteff, Fuente: SexoSinTabues30

    ... medio beber.
    
    No sé si era la adicción que provocaban los calmantes o la desesperación por hacer pis, pero me pareció una buena idea. Así que directamente abrí la boca y ella me lo puso dentro. Rápidamente noté el efecto del cóctel de químicos que llevaba la leche y el propio plástico de la tetina. Y al poco tiempo, mientras todavía seguía sacándole leche al biberón, conseguí dejar salir un pequeño chorro de pipí. Todavía me faltaba práctica, porque al intentar hacer fuerza para hacerlo salir, involuntariamente contraía los músculos de la vagina y lo frenaba. Pero al menos para cuando hube vaciado completamente el biberón, ya me había aliviado un poco.
    
    -Ya lo he conseguido, ¿puedes llamar a la enfermera y que me lo quiten?-.
    
    Mi madre dio otro suspiro, se le notaba cansada. Pero comparada con cómo estaba yo… Finalmente, tras echar otro vistazo al pañal y comprobar que lo había manchado, salió de la habitación. Rápidamente entró una enfermera. La mujer se acercó a mí y sin decir nada me agarró el pañal.
    
    -Esto está casi seco-,le dijo a mi madre (que había entrado detrás).
    
    Y sin ningún miramiento, la enfermera se sacó un chupete de un bolsillo de su bata blanca y me lo metió en la boca (con mucha menos delicadeza que mi madre). Luego me dio unas palmaditas en la tripa y se marchó. Mamá tampoco no dijo nada, simplemente se quedó mirando cómo hacía efecto el chupete y yo cerraba los ojos intentando relajarme e imaginarme que aquello no era real.
    
    A la mañana siguiente me desperté con un susto al notar que me quitaban el chupete de un tirón. Abrí los ojos y allí estaba Esther, la masajista.
    
    -Me han dicho que me ponga con Laura la primera-,le decía a mi madre. -Es normal que los primeros días tengan problemas con la vejiga.
    
    Mientras, me desabrochó y a abrió el pañal, pero sin llegar a quitármelo. Ella seguía hablando con mi madre, como si yo no estuviera.
    
    -Voy a forzarle una eyaculación-,dijo justo antes de apoyar su mano izquierda en mi entrepierna y empezar a frotarme el clítoris hacia arriba y hacia abajo con el pulgar. –Hoy no tenemos mucho tiempo para preliminares-,anunció esta vez sí dirigiéndose hacia mí.
    
    Y sin previo aviso, me penetró la vagina con los dedos corazón y anular de su mano derecha. Estaban completamente lubricados con algún tipo de gel, así que entraron con mucha facilidad. No me podía quejar, a pesar de mi rechazo inicial a ese acto no consentido, se sentía muy bien.
    
    Esther dio un par de sacudidas hacia afuera y hacia dentro con los dedos, moviéndolos de manera que me quedara impregnada de lubricante toda la superficie posible del canal vaginal. Después, mientras seguía frotándome el clítoris con la otra mano, encorvó los dedos con los que me estaba penetrando. De esta manera, con cada pasada hacían especial presión en la pared superior de la vagina. Aquello fue mágico, era como si aquella zona fuera mucho más sensible que el resto.
    
    -¿Estas bien?-,me preguntó mi madre acercándose.
    
    Casi me había ...