Años 70: De negocios y sexo con su suegra 2 - Relatos Eróticos

Años 70: De negocios y sexo con su suegra 2

... Julio, estabas a punto de perder la cabeza.

- Bueno, y si hemos echado a Julio, ¿a quién nos traemos para que me ayude a satisfacer a estas dos señoras? - pregunto Fernando

- Tres señoras - dijo Pilar - porque si viene un buen maromo, yo también lo quiero catar, que Julio se ha ido sin follarme a mí, y también me apetecía.

- Cariño, no me lo has dicho - dijo Carlos.

- No era plan - contesto Pilar

- A ver - dijo Carmen - yo conozco a una persona, pero hace diez años que no la veo. Tendrá ya casi cuarenta años. No me he atrevido a volver a llamarlo, porque era mi suegro el que gestionaba el tema. Trabajaba de bailarín erótico, estaba fuerte, rubio, alto, un rabo descomunal …

- Se me está haciendo la boca agua … bueno no precisamente la boca - dijo Miren.

- ¿Cobraba? - preguntó Fernando.

- No lo sé, me imagino que sí, mi suegro lo traía cuando me tocaba hacerlo con un par de viejos babosos y me metía unas folladas que yo calificaría de nueve sobre diez, para que os hagáis una idea. En la libreta de teléfonos de mi suegro tiene que estar el contacto. Yo la tengo aquí, arriba en su despacho.

- ¿Tienes un despacho aquí?

- Si, en el mirador, arriba, en la torreta. Llámale, se llama Federico. Vendrá como Federico pollagrande o algo así.

Fernando se subió al mirador y bajó con una libreta de teléfonos.

- Si, aquí le tengo, Fede Pollaelefante. Muy ilustrativo de lo que nos vamos a encontrar si le convenzo. Voy a llamarle.

Fernando se fue, de nuevo, al despacho para llamarle. Resultó que el tal Federico era un gigoló que ya casi no ejercía, aunque aún estaba en activo y en forma. Se alegró de saber de Carmen y le dijo que le dio pena lo de su suegro, habían hecho buenos negocios juntos. Acordaron el precio. También le preguntó si tenía alguien más discreto y con generosos atributos y dijo que sí, pero que era negro, bueno, mulato, de Guinea Ecuatorial y se llamaba Hugo. Le dijo que también servía, siempre que fuese discreto. Él contestó que la discreción era la primera regla del negocio y que llevaban muchos años. Hablaron también de la parte de salud y dijeron que ellos siempre lo hacían con preservativo y estaban limpios, pero que con Carmen siempre lo había hecho a pelo, porque a ella le ponía mucho sentir el semen inundándole el coño. Quedaron para esa misma tarde.

- Solucionado, esta tarde tenemos a dos acompañantes para las dos damas, Fede y Hugo. Éste es un poco café cortado, es decir con poca leche, muy tostadito. Ambos profesionales, no amateurs como el Julio de los huevos.

- Pero yo estoy mala. - dijo Miren

- No le hacen ascos - dijo Carmen - te follan igual de bien, ya lo verás. Fernando, me estás saliendo un buen dueño, … huy, perdón, un buen socio.

- A vuestro servicio.

Pasaron el día en la piscina, comieron y se tumbaron en las hamacas durante la sobremesa. Luego las chicas se fueron a prepararse, especialmente Miren, a lavarse bien lo que pudiese y a ponerse un tampón limpio.

A las seis ...