1. El Incubo del Internado 14


    Fecha: 11/03/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Lesbianas Autor: Lobo85, Fuente: SexoSinTabues30

    ... traía sostén, soltando sus enormes senos tan blancos y de pezón rosa, chocar contra los de la otra chica, quien si traía un elegante bra de color amarillo claro, eso molesto a la primera que se lo jaló, para que ambas sintieran perfectamente sus cuerpos, así sus aureolas se estimulaban entre sí, logrando que se endurecieran, y por un momento se quedaron tocándose sus bustos, pero como si estuvieran coordinadas se fueron bajando para alcanzar sus faldas, se acariciaron sus muslos, sólo por un rato, rayos, desde mi lugar las podía oler, era riquísimo, me quería meter a jugar, y si no me sacaba la verga para hacerme una paja es porque quería que fuera dentro de alguna, además que sabía que la doña estaba cerca, tal vez por eso me perdí cuando sus faldas subieron hasta revelar sus carnosas nalgas, tan grandes como redondas, lucían firmes, ambas en tangas que se comían parte de la tela, dando la ilusión de estar desnudas, manchando cierta zona deliciosa, pero la rubia tenía una azul fuerte que contrastaba con su piel, mientras la morena usaba una a juego con su sostén, amarillo claro muy fina, sus manos ya jugaban entre sí, con el borde de la tela, viendo cual pieza caía primero, incluso sus dedos se aferraban a sus culos, enterrándolos en esa suave carne que lucía brillosa por el sudor, era tan intenso que los besos ahora sofocaban los gemidos, y poco a poco las tangas que fueron cediendo, empapadas, pronto no faltó que sus manos se apoderaran de sus intimidades, masturbándose entre ellas, pero ahí mi visión quedó nublada por sus faldas, sólo podía imaginar todo por sus movimientos, que hacían ver como sus jugos saltaban hasta llegar al suelo, llenando el lugar con su aroma de hembra en celo, se acariciaron por unos momentos, pero después solo se sujetaron entre sí, estaban llegando al orgasmo y sin más se dejaron de besar para gemir al soltar sus corridas que mojaron tanto su manos hasta sus muslos, quedando en un estado de éxtasis con sus miradas perdidas, en eso decidí intervenir.
    
    Bien chicas, algo que decir, porque de lo contrario me acompañan a la dirección – decía con buen ánimo para no hacerlas sentir incomodas.
    
    El nuevo guardia – dijo la morena tapándose los enormes pechos.
    
    Te llamas, ¿Jay? Vamos no seas malo, o eres homofobo – decía la rubia cubriéndose de igual forma sus enormes pechos blancos.
    
    Será Homofóbico, y no, pero esta es conducta inadecuada en el área estudiantil, de hecho están cercas del kínder, así que ustedes dirán, si antes digan que les deje acabar – advertí con claridad.
    
    No esperé – dijo la morena tratando de mantener la calma.
    
    ¿Que espero? A la doña, ella está por venir, vigila la zona – señale con toda calma.
    
    Eso las dejó heladas, la doña era muy severa en sus castigos, más con las chicas promiscuas, o eso decía ella, dejándolas en problemas, pero la rubia me dijo:
    
    No nos vas a regañar por hacer esto entre nosotras, guardia – dijo la rubia tratando de cubrirse con su camisa.
    
    No me importa mucho, ...
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