1. En la ducha con Eistein recibiendo semen


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: Gays Autor: Daniel Bazan, Fuente: SexoSinTabues30

    ... putito muy caliente pero maravilloso, me gustas”
    
    Era la primera vez que utilizaba ese término que no me violentó, más bien me gustó y sentí un tremendo escalofrío.
    
    Continuó besándome el cuello, mi cuello que me derrite cuando lo besan, yo acariciaba el trozo de verga y el glande que aparecía bajo mis huevos, hasta que él empezó a apretar en mi cuello con la mano, para que me inclinara, sabía lo que deseaba y me alejé para apoyar las manos en el azulejo, cogí la posición de ángulo recto presentándole mi culo, giré la cabeza y le sonreí a la vez que sacaba la lengua para mordérmela provocándole. Se puso gel en su pene, en toda esa parte tan hermosa y viril, y luego me pasó la mano por mi raja acariciándome el ano.
    
    Pensaba que explotaba y sentía como mi anito temblaba excitado, sabiendo que pronto recibiría lo que tanto ansiaba. No me metió ningún dedo, ni me había preparado el culo, pero por lo excitado de mi estado y la ayuda del gel milagroso, su pito me fue entrando como quería, con que facilidad me lo metió hasta la empuñadura y con sus cojones bien pegados en mis nalgas que se abrían deseosas del macho. Dejé salir un auténtico gemido profundo y gustoso, me sentía tan empalado, tan a gusto con aquel garrote que ya echaba de menos metido en lo más profundo de mi ser.
    
    Eis ya tomaba todo el mando, y supo que yo estaba a gusto cuando movía mi trasero en círculos, para que el pene pudiera discurrir sin problemas por mis tripas. Afincó sus manos en mis caderas y tiró de mi para estrellarse con fuerza, queriendo que su pene llegara más adentro. Y rápido comenzó a meter y sacar la herramienta que me daba un gusto tremendo, me hacía gritar con cada acometida, y suspirar cuando la retiraba con violencia pero sin sacar la cabeza de la polla de dentro de mi cuerpo.
    
    Que gusto y placer sentía recibiendo de Eis toda su fuerza, a veces tenía que recular, porque con sus empujes me llevaba a que mi cabeza chocara con la pared, pero al parecer, también él estaba cargado de deseo y de semen, en cinco minutos de gozo máximo y disfrute me abrazó pasando los brazos por mi tripa, pegando su pecho en mi espalda y se convulsionó descargándose los huevos en mi vientre. Por mi parte ya miraba los regueros de leche que escurrían por los azulejos negros de la pared.
    
    Pegue la cabeza contra la pared y llevé las manos para sujetarle de las nalgas y apretarle contra mi, para que no se separase y poderlo tener dentro hasta que terminara de vaciarse.
    
    Cuando retiró la verga de mi culo se llevó con ella un montón de semen que escurría caliente por mis piernas. Me abrazó contra su pecho y me dijo que esa noche dormiría en mi cama.
    
    Y cumplió con su promesa, cuando dejamos tranquilo en su camita al pequeño y salimos al pasillo, me cogió en sus brazos y me llevó así hasta nuestra habitación. Y bueno, no insistiré en lo mismo, en lo bien que me preñó el culo esa noche, y que también se la chupe hasta emborracharme con su semen.
    
    Hoy viernes, Liam se encuentra ...