1. En la ducha con Eistein recibiendo semen


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: Gays Autor: Daniel Bazan, Fuente: SexoSinTabues30

    ... me marché, antes de subir pasé por la sala de gimnasia, allí estaban los tres chicos haciendo ejercicio, Miles, Ryan y Eis, me quedé en el pasillo espiando, también estaban sudorosos pero vestidos con camiseta.
    
    Y sabes? estaban bellísimos los tres, diferentes pero bellos, varoniles y apetecibles que no veas, a Miles sobre todo me daban ganas de comerlo estaba mejor aún que su tío.
    
    Estuve un rato mirando sus maniobras sin que advirtieran mi presencia, no sabía apreciar cual de los tres lo hacía mejor, pero los tres sabían lucirse sus músculos. Bueno te explico, no pienses que soy un salido, solo que me sentía muy caliente, llevaba tres días que Eis había preferido dormir en el sofá de la habitación de Liam, ya se que es un padre preocupado por sus hijos pero yo también lo necesitaba, sabes como soy y que necesito alguien a mi lado, antes no lo sentía así, pero ahora se me ha hecho costumbre.
    
    En un momento Eis me vio mirando y me pidió que pasara para hacer algo de ejercicio, no lo hice y busqué una disculpa que fue tan simple como que no me apetecía, la realidad era que no quería que notaran lo excitado que estaba por ellos.
    
    Subí a mi habitación y me metí a la ducha, quería hacerlo con agua fría para bajar mi calentura, pero quién aguantaba? Yo no, que a mi me gusta el agua al menos tibia. Total que estaba en plena erección pasándome la esponja con la espuma de gel y apareció Eis todo sudado.
    
    Me pregunto que me pasaba que le parecía raro como actuaba, entre bromas le dije que los había estado espiando y que me habían calentado, soltó una carcajada riéndose de mi y le cogí de la mano para meterlo tras la mampara a mi lado, me abracé a él y elevé la cabeza pidiendo que me besara, rápidamente sus labios y lengua abrieron mi boca, yo desesperado apreté su paquete que estaba por elevarse. Le ayudé a quitarse la camiseta y el pantalón, se habían encharcado con el agua que caía de la ducha y cerré el grifo para luego seguir abrazado a mi hombre, acariciándole con una mano el velludo pecho y con la otra sujetándole los huevos.
    
    Estuvimos unos minutos morreándonos que no veas, sentía que entraba en taquicardía de las ganas que tenía porque me metiera su verga en mi culito, abracé su cuello con mis brazos y le rodee las cintura con las piernas. Así abrazado a él y comiéndole cuello él cogió el gel y me lo echó por la espalda, me pasaba las manos llegando a mi nalgas que estaban abiertas dejando mi ano libre para lo que él quisiera.
    
    Le pedí que me la metiera estremecido de ganas, que me follara en ese mismo momento, él dijo que era peligroso y podíamos resbalarnos, y claro yo sentía la punta de su verga punteando en mi ano sin terminar de entrar.
    
    Entonces él me separó haciendo que dejara de cabalgarle, me dio la vuelta abrazándome por detrás metió la verga entre mis muslos, yo la apreté y volví la cabeza buscando su boca, me mordió en el mentón y luego me beso de locura, me mordió la oreja y murmuro en mi oido:
    
    “Sabes que eres un ...