1. Un simple favor


    Fecha: 29/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Fantasma Verde, Fuente: CuentoRelatos

    Dana, la tía de Miguel, siempre fue problemática desde que estaba en el colegio. Solía meterse en toda clase de problemas entonces, y solía hacerlo ahora también. Fue precisamente este descontrol que aparentaba tener en su vida que la llevó a terminar un matrimonio de casi 8 años. Todos estaban conscientes que había sido ella la culpable, por lo que cuando llamó a la puerta de su hermana y madre de Miguel aquella madrugada, todos sabían por qué.
    
    Fue necesario instalarla en algún lugar y qué mejor que la vieja casa de los abuelos, que tenía años abandonada porque no podían restaurarla. Cosa que, contra todo pronóstico, Dana consiguió en unos pocos meses con los ahorros de toda su vida.
    
    Tenía 38 años y se dedicaba a la cultura de belleza, trabajando con una amiga de toda la vida en una estética al otro lado de la ciudad. No era una mujer fea, pero tampoco era bella. Era del tipo robusta sin tener demasiado sobrepeso. Su principal atributo eran sus grandes pechos y trasero redondo, que hacían voltear a cualquier; tenía la clásica figura de “reloj de arena”.
    
    Dana estaba consciente de sus encantos y le gustaba que la voltearan a ver, por lo que usaba ropa muy sugestiva en algunas ocasiones que dejaban poco a la imaginación. Le encantaba usar vestidos entallados, algunas veces sin nada debajo.
    
    Muy seguido se reunía con su grupo de amigos de la secundaría y todos ellos habían tenido relaciones con ella en su momento. Principal razón por la que sus esposas no les permitían estar cerca de ella si no estaban presentes. Y es que tenía el carisma necesario para que, si lo deseaba, cualquier hombre diera la vida por ella.
    
    Miguel era su sobrino más joven. Tenía 19 años cumplidos y era a quien más frecuentaba de la familia por su actitud relajada, pero sobre todo, porque secretamente le atraía. Nunca supo exactamente por qué, pero varias veces se descubría pensando en su físico o mirándole el bulto de reojo. Él, por su parte, siempre fue respetuoso con ella aunque también le atraía bastante su cuerpo. Sus senos eran su perdición. Tenía una colección de fotos de sus prominentes escotes en su ordenador que había tomado discretamente durante las reuniones, y eran el combustible de sus sesiones masturbatorias de vez en cuando. Simplemente la deseaba.
    
    Miguel tenía una novia, Michelle, con quien recientemente había perdido la virginidad. Su físico era parecido al de su tía, pero no con tanto busto, y a veces, cuando estaban a solas, solía fantasear que era su tía a quien besaba y le metía la mano entre las piernas.
    
    Cierto día de verano, Dana le comentó a su hermana que necesitaba que ordenaran unas cosas en su casa para poder venderlas, por lo que sugirió que Miguel le ayudara. A él no le cayó del todo bien la encomienda, pero sabía que podía sacar partido de eso de alguna forma y a primera hora de la mañana se presentó en casa de sus abuelos.
    
    Dana lo recibió con un camisón holgado y de un color azul aqua, que le fue muy difícil ignorar pues ...
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