1. Mi tía, mi prima y la montaña (2): Conociendo a mi tía


    Fecha: 24/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... relamiéndose los labios. Nos separamos y me senté a desayunar, aunque hubiera preferido empotrar a mi tía contra la encimera.
    
    -Cuando esté Laura tenemos que guardar las formas!
    
    Me dijo con mirada penetrante.
    
    -Por supuesto tía, aunque…
    
    -Aunque… qué?
    
    -Pues no sabía si decírtelo, pero ayer cuando me llevó a su sitio preferido me sugirió que corriéramos en ropa interior!
    
    Me miró y con mucha naturalidad me preguntó.
    
    -Te la follaste?
    
    -No, que va! Realmente me dejó despistado. Nos abrazamos y nos dimos un beso, me tocó la polla y después de ponérmela dura me dijo que se hacía tarde. Fue algo raro!
    
    -Supongo que tarde o temprano te darás cuenta, a si que te lo contaré!
    
    Mi tía se puso un café y se sentó a mi lado en la mesa.
    
    -En un sitio así te comunicas con poca gente y pasamos mucho tiempo solas. Hace un año estábamos tumbadas al sol al lado del estanque. Como estamos solas siempre lo hacemos en bragas, sin sujetador. Hablábamos de su relaciones, tan solo había tenido dos con dos chicos del pueblo pero parecía no tenerlo muy claro. Comenzó a tocarme las tetas argumentando que le parecían muy bonitas. No me pareció raro, cuando eres joven te gusta investigar. Los roces de sus dedos hicieron que los pezones se me pusieran duros y al momento se inclinó y comenzó a lamerme uno de ellos. No me atreví a decirle que no y poco a poco aquello fue a más. Sin poder evitarlo me provocó una gran excitación. Nos besamos, nos sobamos hasta ponernos muy calientes. Laura no quería parar y me metió los dedos pajeándome hasta hacer que me corriera. Después agarró mi mano y la llevó hasta su coño para que le hiciera lo mismo. La masturbe con mis dedos hasta que se puso como loca y tamy se corrió.
    
    Dio un sorbo de café mientras me miraba escrutadoramente, parecía querer leer mis pensamientos.
    
    -Al día siguiente me pidió repetir. Tampoco me atreví a negarme, más bien me apetecía, y ese día nos comimos enteras disfrutando sin reparos. Eso se fue haciendo habitual y disfrutamos casi a diario, y ahora Laura no tiene claro que es lo que le gusta, si los hombres o las mujeres!
    
    Yo había permanecido callado, escuchando como un niño escucha a su abuelo cuando le cuenta una batalla.
    
    -Y a ti… Que te gusta? Salieron las palabras de mi boca de una forma automática como si no tuviera control sobre ellas.
    
    La historia me había excitado y el barómetro que tenía por polla daba fe de ello. Mi tía también lo había notado y con el café en una mano, metió la otra dentro de mis bóxer abultados y abrazo el tronco endurecido.
    
    -Por Laura haría lo que fuera, y además disfruto con ello, pero que me empotren con una buena polla es lo que me va, sobrino!
    
    Dijo al final el apelativo familiar con el cinismo que la caracterizaba para después besarme hasta dejarme sin aliento.
    
    Se levantó para ponerse frente a mi apoyada en la mesa y comenzó a desabrochar los botones de su bata. La bata se abrió y pude ver sus bonitas tetas desnudas a la luz del día, no ...
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