1. Papa y sus hijas pequeñas 3


    Fecha: 29/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Yyyz, Fuente: SexoSinTabues30

    ... Incluso la tuve que sujetar porque las piernas se le aflojaron mientras las babas fluían cómo interminables hilillos de su boca.
    
    Recorrimos varias veces la casa, desde el sótano al desván, mientras papá seguía grabándolo todo con la cámara de video con un palo de selfis. Incluso salimos al jardín trasero y lo recorrimos entero. Cuándo parábamos, en ocasiones papá se pegaba a mi y me rozaba con la polla y eso me ponía a cien. Estuvimos así más de dos horas y Yoli al final tenía orgasmos incluso andando y sin que la aplicara el hitachi.
    
    Cuándo vio que estaba muy agotada, me hizo una indicación para que la llevara hasta el dormitorio. Una ver en el procedí a quitarla todo el aparataje y a liberarla los brazos. Me entregó la cámara, la cogió en brazos y se tumbó con ella en la cama. Rápidamente Yoli se abrazó a el con brazos y piernas mientras papá la morreaba con pasión. Zafándose un poco del amoroso abrazo, se untó la polla con lubricante y también a ella. Se volvió a tumbar sobre ella y con sumo cuidado la fue penetrando muy despacio. A mi hermana se le pusieron casi los ojos en blanco y cuándo papá empezó a mover la pelvis, empezó a gemir. Tuvo muchos orgasmos, porque papá fue increíblemente lento y sus labios estaban casi en permanente contacto con los de ella. Finalmente, se corrió sincronizado con el último de Yoli, e igual que hizo conmigo estuvo mucho tiempo sin sacarla la polla mientras recorría la parte superior de su cuerpo a besos. Finalmente, tuvo el último orgasmo sin que papá hiciera nada especial para provocárselo.
    
    Cuándo por fin salio de ella, Yoli se quedó inerte en la cama y pequeños espasmos recorrían su cuerpo. Me subí a la cama y seguí gravándola. La imagen recorría el cuerpo desnudo de mi hermana y finalmente se centró en su orificio anal por dónde se escapaba algo de esperma.
    
    —Papá, hay que celebrarlo cómo la última vez, —le dije cuándo deje de grabar.
    
    —No se si tu hermana va a querer salir… —pero se interrumpió porque Yoli levantó la mano con el dedo pulgar arriba. Los dos nos echamos a reír—. Vale, voy a llamar para reservar que la otra vez casi nos quedamos sin sitio.
    
    Una hora después, entramos en el restaurante y empezamos a pedir de todo. Yoli se empeñó en probar las ostras de papá y para mi sorpresa la encantaron y hubo que pedir media docena más.
    
    —Papá, cuándo regresemos a casa me gustaría probar una cosa, —dijo Yoli con voz ñoña.
    
    —¿Ya estamos con lo del vino?
    
    —No, ahora quiero champagne.
    
    —¡Joder Yoli! La otra vez te sentó mal.
    
    —Anda porfa.
    
    —A mi también me gustaría, —apoyé a mi hermana.
    
    —En casa no hay, —dijo papá para haber si colaba.
    
    —Nos la llevamos de aquí.
    
    Papá nos miró largamente con cariño y dijo—: Venga vale.
    
    —Pero francés.
    
    —Que si pesadas.
    
    Este relato no es mio, lo encontré por ahí y estaba tan bueno que quise subirlo, para compartirlo aqui. 
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