1. La sobrina que todos desean


    Fecha: 28/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30

    ... gustándole cada vez más su sabor, no teniendo ningún reparo en tragárselo todo cuando salía.
    
    Todo esto causaba que ella cada vez bajara menos veces a la piscina con sus amigas, porque aunque ellas la llamaban, siempre acababa entreteniéndose conmigo ya que nos habíamos acostumbrado a estar los dos desnudos siempre en casa y ella como con una atracción natural, no podía resistirse a agarrarme el pene cuando estaba a mi lado, para chuparlo o masturbarlo hasta que provocaba mi corrida, o se ponía con las piernas abiertas pidiéndome que la chupara sin que se cansara nunca.
    
    Mi sobrina cada vez se volvía más perversa, disfrutando de ese pequeño control que tenía sobre mí, disponiendo de mi pene cuando se le antojaba, o pidiéndome que hiciéramos esto o aquello, demostrándome hasta donde podía llegar, cuando la llamaba por teléfono su madre para preguntarla como estaba y ella la contestaba con una mano en el teléfono y la otra agarrando mi pene masturbándolo y cuando yo le había lo mismo, provocaba sus gemidos lo que extrañaba a su madre y ella la mentía diciéndola que era una amiga que la estaba haciendo cosquillas.
    
    En nuestras noches de pasión, aunque ella siempre prefería los juegos de lamidas, porque durante las penetraciones todavía lo pasaba un poco mal debido a lo estrecha que era su vagina, yo siempre acababa buscando eso, me causaba un morbo indescriptible la sensación de introducir mi pene entre sus piernas viendo como se tensaba su cuerpo, su cara se ponía roja, su respiración se paraba y aceleraba por momentos según el ritmo de mis impulsos dentro de ella.
    
    Pero con el tiempo me sorprendió que su lenguaje se volviera más obsceno y provocador cuando me decía:
    
    —Tío, ¿Cuándo me vas a coger? ¿Cuándo me vas a dar lechita?….
    
    Y luego, en esos momentos de máxima excitación sexual:
    
    —Tío, dame duro, métemela toda ya, ¿ya vas a terminar? Se siente muy rico, no me la saques todavía, échamelo todo dentro.
    
    Todo eso aumentaba mi excitación sin límite y me hacía olvidarme de su edad, metiéndosela hasta el fondo una y otra vez hasta correrme en su interior como nunca lo he hecho, no haciendo caso de sus quejas, porque luego acababan convirtiéndose en gritos de placer.””
    
    Mi amigo cuando me contó esta historia, trataba de transmitirme una situación que aunque fue iniciada por él, pronto se le escapó de las manos, tomando su sobrina las riendas de esa relación, aprendiendo rápidamente a provocar a un hombre, como cuando se ponía con las piernas abiertas delante de él a acariciarse, siendo una atracción irresistible para cualquier hombre en su lugar, como disponía de él como si se tratara de una mujer adulta para proporcionarse placer sin descanso y en definitiva, al nivel de perversión al que puede llegar una niña cuando se la ha estimulado debidamente.
    
    Quizá muchos de vosotros hayáis tenido la oportunidad de experimentar algo así y otros no puedan evitar el imaginarse en esa situación, como reaccionarían y como disfrutarían del ...